El dislate de Flix obliga a construir de nuevo plantas de descontaminación ya desmanteladas

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SÍLVIA BERBÍS / FLIX

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A lo largo de los últimos 13 años, los focos de vertidos contaminantes producidos por la química Ercros en décadas pasadas de actividad productiva en Flix han ido saltando a la luz pública como una onda expansiva. Aparecen nuevas alertas sin parar, desde el 2004. Costó años dar la primera palada de un proyecto emblemático, una actuación que ha desplegado la mayor inversión que se ha hecho nunca en una obra de descontaminación en España, a la que el Estado lleva destinados más de 138 millones de euros, más IVA (Ercros, por orden judicial, solo deberá asumir el 5% del coste). Pero tras 13 años de lucha, a Flix no le queda más remedio que seguir batallando.

El proyecto que se vendió como ejemplar, sigue siendo la misma pesadilla. La limpieza exhaustiva de los lodos tóxicos del pantano, que quiso darse por concluida hace un año, no fue tal. Quedan 120.000 toneladas de residuos tóxicos en el embalse, según ha reconocido Acuamed. Y están, además, bajo un hectómetro de agua contaminada retenida por un recinto de planchas cuya resistencia genera serias dudas. Una de las preocupaciones que se plantean técnicos y administraciones es si la barrera de planchas resistirá más tiempo del previsto inicialmente. Además habrá que rearmar instalaciones ya desmanteladas para proseguir con la descontaminación, otros dos años más si se cumplen los nuevos plazos.

ATENCIÓN MÁXIMA

"Coincide todo el mundo en que la barrera de planchas es el elemento que debe comportar una atención máxima, somos muy conscientes de que tenemos que estar muy pendientes", ha señalado el alcalde del municipio, Marc Mur. Acuamed da garantías de que aguantará. Además, haber dado por finalizada la limpieza hace un año cuando estaba a medias acarrea ahora nuevos despropósitos. Como que deberán volver a montarse instalaciones y equipos ya desmantelados para el tratamiento de los compuestos contaminantes. "Había elementos fundamentales que ya no están", afirma Mur. "Se desmontaron plantas demasiado pronto", añade uno de 13 expertos independientes que han participado este jueves en la reunión constitutiva de la comisión de seguimiento creada por la Generalitat, el Ayuntamiento de Flix y Ercros "para abordar la casuística de este municipio, derivada de la actividad de la empresa", según señala el departamento de Territori i Sostenibilidad.

Acuamed ha instado a la adjudicataria del contrato de descontaminación a completar los trabajos inacabados, pero de momento no hay acuerdo. Si no hay resolución del litigio con FCC, habrá que proceder con una nueva empresa. Sin embargo, Acuamed sostiene que el pantano estará limpio en dos años.

Pero antes, el Ministerio de Medio Ambiente ha tenido que acabar aceptando que no se había limpiado el embalse. Lo certifican los dos informes que tuvieron que reclamar la Generalitat y el Ayuntamiento de Flix, elaborados por técnicos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y la Empresa de Transformación Agraria (TRAGSA) en base al análisis de 262 muestras de materiales recopilados en el fondo del recinto confinado del embalse de Flix. Advierten de la persistencia de varios grupos de contaminantes: mercurio, DDT, PSBs, hexaclorocicloexanos, tetracloruro de carbono, tricloroetileno, tetracloroetileno y otros compuestos organoclorados.

"UNA BARBARIDAD"

Son 33 toneladas de esos productos vertidos que continúan sumergidos, contaminando 120.000 toneladas de fango y un hectómetro cúbico de agua que sigue confinada. El 10% del total de fangos tóxicos acumulados en esa montaña envenenada inicial siguen en el río Ebro. "Estamos hablando de cantidades muy importantes y además se trata del grupo de los principales contaminantes detectados desde un principio; por ejemplo, se caracterizan 15 toneladas de DDT y eso sigue siendo una barbaridad", apunta uno de los técnicos.

Y todo ello sin olvidar la contaminación de los terrenos propiamente industriales, a menos de un año de que Ercros cese su largo siglo de actividad en Flix, quizá con la excepción de una parte residual de la industria. Pero el ayuntamiento no desfallece. Su alcalde, Marc Mur, asegura que tiene "muchas esperanzas" de alcanzar el horizonte anhelado: que el suelo quede en perfecto estado para su uso industrial. La Generalitat tendrá que demostrar la responsabilidad de la compañía si quiere que esta se haga cargo de la descontaminación. "Hay que mejorar las actuaciones que se llevan realizando para remediar la contaminación de los terrenos”, insiste Mur. El alcalde también destaca el consenso de los expertos para buscar un resultado "óptimo" en unas actuaciones que se eternizan.