Los Mossos compran finalmente las primeras 134 pistolas eléctricas

Un agente de policía local, con una pistola Taser.

Un agente de policía local, con una pistola Taser.

GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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La Conselleria d'Interior ha licitado la compra de las primeras 134 pistolas eléctricas para los Mossos d'Esquadra. La convocatoria para la adquisición de estas controvertidas armas (llamadas dispositivos conductores de energía o DCE en la jerga del departamento) cifra la operación en 771.331 euros con IVA. La suma incluye la compra de sistemas de grabación de vídeo y audio para supervisar el uso de las táser, así como de 7.500 cartuchos y material de simulación. Las cámaras grabarán por completo cada actuación en la que intervenga una Taser -nombre comercial de las pistolas-. Una medida, según fuentes policiales, para garantizar que se hace un uso correcto de estas. 

Las 134 pistolas eléctricas serán principalmente para los jefes de guardia de las comisarias, aunque algunas irán también destinadas a algunas unidades especiales del cuerpo catalán.  

La compra de Taser -largamente solicitadas por los sindicatos- era una decisión que había tomado por el anterior 'conseller', Ramon Espadaler, y que se detuvo justo antes de que se llevara a cabo por el actual, Jordi Jané, que cedió ante la exigencia de la CUP de que se abriera un debate parlamentario sobre estas armas. Durante este trámite, el director general de los Mossos, Albert Batlle, avisó de que convenía "rellenar" el espacio que existe entre el uso de las porras y el de las armas de fuego. Y el comisario jefe, Josep Lluís Trapero, defendió el uso de los dispositivos conductores de energía para reducir a personas "alteradas".

El inspector Josep Saumell explicó también en el Parlament que él sería partidario de que los propios agentes de los Mossos notaran en sus carnes la descarga de una Taser. En todo el mundo, lo habrán probado "600.000 policías", estimó. Y, como se aprecia en los vídeos de Youtube, "a nadie le ha ocurrido nada", tranquilizó.

OPOSICIÓN DE LA CUP Y DE QSQP

Mientras sus defensores las consideran idóneas para evitar el cuerpo a cuerpo en situaciones policiales en las que las armas de fuego son a todas luces excesivas, sus detractores no se cansan de señalar que se trata de una pistola con potencial letal, al menos usada contra personas con algún problema de salud. Once personas han muerto en el Reino Unido en los últimos cinco años como consecuencia de descargas efectuadas por la policía. Entre ellas el exfutbolista Dalian Atkinson.

La Comisión de Interior del Parlament aprobó el uso de pistolas eléctricas por parte de los Mossos con el voto a favor de JxSí, PP y Ciutadans, la abstención del PSC y el voto en contra de CSQP y la CUP. La adquisición de estas pistolas eléctricas "constituye una necesidad operativa y policial para poder afrontar situaciones críticas donde existe la obligación de actuar", concluyó la Cámara catalana.