PRIMER CASO EN EUSKADI

La Fiscalía de Guipúzcoa investiga a un sacerdote por abusos sexuales a menores

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AITOR UBARRETXENA / SAN SEBASTIÁN

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La Fiscalía ha decidido investigar de oficio los abusos sexuales a dos menores perpetrados por el exvicario general de la Diócesis de San Sebastián Juan Kruz Mendizabal en los años 2001 y 2005, y que se han conocido esta semana después de que trascendiera que el sacerdote había sido condenado en abril en un procedimiento eclesial por “tocamientos deshonestos”.

Este es el primer caso de este tipo que ha sido probado en Euskadi, aunque la Iglesia lo ha desvelado por presiones de los familiares que, sin embargo, han preferido no acudir a la justicia ordinaria. Mendizabal se encuentra fuera de Euskadi, mientras se comprueba si ha existido una tercera víctima de abusos.

La Fiscalía de Guipúzcoa comprobará si se ha producido “un hecho delictivo de carácter sexual” para determinar si procede o no interponer una querella o iniciar algún tipo de acción penal por este asunto. Su acción ha comenzado tras enterarse, a través de los medios de comunicación, de la existencia de una condena eclesiástica sobre Mendizabal, a la que se llegó “tras haber sido probada la veracidad de las acusaciones”.

RECONOCIMIENTO DE LOS HECHOS

El Obispado de San Sebastián ha informado de que el sacerdote ha admitido los hechos, por lo que se he han impuesto ”diversas penas expiatorias” establecidas por el derecho canónico. Sin embargo, las autoridades eclesiásticas no informaron al Ministerio Público, aunque animaron a los familiares a acudir a la justicia, como ellos mismos han reconocido.

De hecho, han señalado que desde que denunciaron los hechos se han sentido "arropados" por las autoridades eclesiales guipuzcoanas. En un comunicado enviado a la radio televisión pública vasca, han animado "a las posibles víctimas que pudieran permanecer ocultas a que salgan a la luz".

Además, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, ha aclarado que el Obispado no estaba obligado a comunicar las denuncias a la autoridad judicial al ser los denunciantes dos personas adultas que sufrieron los abusos siendo menores.

"DOLOR Y VERGÜENZA"

El Obispado de San Sebastián reconoció el martes que la veracidad de las acusaciones de los dos menores había quedado probada en un proceso eclesial que se cerró el pasado mes de abril, en colaboración con la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe. Tras meses de discreción, los familiares habían reclamado a la Iglesia que hiciera público el caso ante la sospecha de que pudiera haber más afectados.

La Diócesis donostiarra, desde "el dolor y la vergüenza" por estos hechos, ha pedido públicamente "a todos perdón" y ha trasladado su compromiso para que "en la medida de lo posible estos actos no se repitan".

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha mantenido en las últimas horas varios encuentros con los arciprestes guipuzcoanos para estudiar cómo abordar las consecuencias del primer caso oficial de abusos sexuales registrado en la Iglesia vasca.

Desde abril, Mendizabal ha seguido, según sus superiores, “proceso terapéutico psicológico y espiritual, colaborando en la reparación de lo ocurrido”. El sacerdote se halla sometido además a un régimen de vigilancia por parte del Obispado, que le ha colocado bajo la tutela de otro cura y le ha impuesto la obligación de permanecer siempre acompañado, tanto en su vivienda como fuera de ella.

La fiscalía debe determinar ahora si los delitos han prescrito o no, ya que la ley establece que en los ilícitos penales contra la indemnidad sexual a menores, la fecha de prescripción comienza a computarse cuando las víctimas han cumplido la mayoría de edad. Si se confirma que se trata de un delito de tocamientos, el delito caduca en un plazo de entre cinco y diez años.

CONMOCION EN LA COMUNIDAD CATÓLICA

La comunidad católica guipuzcoana ha quedado conmocionada por la noticia, ya que Juan Cruz Mendizabal, que era conocido con el sobrenombre de 'Kakux', era muy conocido en el ámbito eclesial, siempre relacionado con actividades juveniles y de tiempo libre.

Aunque los dos denunciantes relataron al obispo Munilla los hechos en marzo de este año, los abusos se produjeron cuando ambos eran menores de edad, en el 2001 y el 2005. Uno de ellos reveló que había sido objeto de tocamientos mientras 'Kakux' era párroco de la iglesia de San Vicente, en la Parte Vieja de San Sebastián. El otro aseguró que había sufrido los abusos mientras participaba en un grupo de tiempo libre.

El sacerdote ha sido muy activo en la organización de encuentros y otras actividades de ocio para jóvenes, y a lo largo de su trayectoria ha pasado por diversas localidades guipuzcoanas. Las diversas comunidades parroquiales en las que ha trabajado están absolutamente impactadas por la noticia, ya que se trata de una persona muy arraigada, de carácter alegre, muy querido y dinámico y con planteamientos aperturistas.

De hecho, sus ideas y propuestas le habían deparado varios enfrentamientos con el obispo Munilla, de ideología más conservadora. Aunque han preferido mantener el anonimato, muchas de estos feligreses han confesado a este periódico su profunda decepción.