ORGANIZACIÓN DE LA VIDA

Las claves de la reforma horaria: educación, empresa, comercio y televisión

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / DAVID GARCÍA / CARLOS MÁRQUEZ / MANEL DE LUNA

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La reforma horaria afecta a todos los ámbitos ciudadanos. Educación, comercio, empresa. El Govern prevé que pueda desplegarse de manera definitiva en septiembre del 2018. Antes, el año que viene, se habrá aprobado una ley en el Parlament que regule la organización del tiempo en la Administración públicaorganización del tiempo. Deberán seguirle el resto de ámbitos. Con cierta celeridad y de manera escalonada para que nadie quede atrás o al margen.

A LAS SIETE, LOS NIÑOS EN CASA

A las cuatro acabarán el cole y, como muy tarde, a las siete tendrían que estar ya en casa después de las correspondientes actividades extraescolares. La propuesta de reforma horaria en el sector de la educación cuenta con un amplísimo consenso y, a priori, no va a ser demasiado difícil de implantar en la escuela pública, ya que bastará con reducir, en primaria, las dos horas y media que ahora se dedican a la comida del mediodía. En secundaria, con casi el 95% de los institutos públicos con jornada intensiva, los alumnos terminan ya ahora las clases en torno a las tres de la tarde. La medida, no obstante, no afecta actualmente a los centros privados y concertados, algo que sí ocurre en otras comunidades autónomas españolas.

Lo que preocupa (y mucho) a pedagogos, sociólogos, analistas del sistema educativo y a las asociaciones de padres de alumnos es qué harán los estudiantes, sobre todo los más pequeños, durante esas tardes tan largas. ¿Cómo se las van a ingeniar las familias para que los niños no acaben todas esas horas agarrados a la tableta o el ordenador? ¿Significa esto que habrá que buscar y pagar más extraescolares? ¿Y qué pasará con quienes no las puedan costear?

Los expertos proponen que, como ya ocurre en otros países, sean las mismas escuelas las que organicen actividades lúdicas y educativas una vez terminado el horario lectivo propiamente dicho. Y que eso se haga no solo en la concertada, sino también en la pública, donde hay que extremar las medidas para garantizar la equidad entre alumnos.

“De lo que se trata es de ampliar el horario de apertura de los centros escolares. No tiene sentido tener un instituto cerrado a las tres de la tarde, cuando ahí pueden suceder muchas cosas beneficiosas para los chicos”, sostiene la socióloga Elena Sintes, especialista en horarios escolares. 

LA UTOPÍA DE CERRAR PRONTO

¿A qué hora hay que bajar la persiana? El sector de los pequeños comerciantes es uno de los pilares fundamentales en la reforma horaria. Abrir más temprano, comer en menos tiempo y cerrar antes. Compactar la jornada laboral para que los 'botiguers' también puedan disfrutar de conciliación familiar. Una idea que los ejes comerciales ven bien, aunque les resulta una quimera si las grandes superficies no se suman a la propuesta.

“¿Cuando hablamos de reforma horaria, de qué hablamos al fin y al cabo?” exclama el vicepresidente de la Fundació Barcelona ComerçPròsper Puig. El sector comercial barcelonés es uno de los más reticentes al cambio: “A mí me encantaría cenar a las seis y tener más tiempo, pero me parece irrealizable; de hecho cada vez hay más comercios que cierran a las 10 de la noche”, critica Puig, quien tilda la idea de “disparate” y “anécdota”. “La gente acabará trabajando de lo que pueda y en los horarios que pueda, porque hoy las personas tampoco están para escoger muchos puestos de trabajo”, lamenta.

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Más allá de la capital catalana, la idea sí cuaja en ciudades como Lleida y Tarragona. La Federació de Comerç de Lleida (FECOM) trabaja desde hace tiempo con la Generalitat para llevar a cabo el proyecto, y su secretaria general, Maria Rosa Armengol, es una convencida de la posible conciliación laboral y familiar que puede traer consigo la reforma. “Más que introducirse paulatinamente, se tendría que poner una marcha rápida y establecer una fecha, como ya se hizo en su momento con la moneda única”, apunta.

“El tema es muy interesante, pero se tendría que hacer bien”, advierte el presidente de l'Associació de Comerciants Via T de Tarragona, Salvador Minguella. Desde la ciudad costera el representante del eje comercial opina que la tendencia global va “en contra”, y ve la nueva posibilidad horaria “muy complicada”. “Esto creo que no lo viviré con 57 años que tengo, ya hace muchos años que oigo hablar del tema...”.

CONVENIOS COLECTIVOS CONCILIADORES

España es uno de los países que más horas pasa en el lugar de trabajo. Si eso fuera acompañado de una mayor productividad, sería un dato a poner en valor. Pero no: estados con menos horas laborales son mucho más competitivos. Así las cosas, y con la vista puesta en las bondades de la reforma horaria, el Govern sentó el pasado 22 de septiembre a los distintos agentes sociales con la idea de racionalizar los horarios. De aquel encuentro brotó un documento de 10 puntos que debería marcar los convenios colectivos del futuro.

El documento, que insta pero no obliga a los firmantes, lo suscribieron, además de la Generalitat, los sindicatos CCOO y UGT y las patronales Foment del Treball, Fepime y Pimec. Prevé "promover las inclusión de cláusulas sobre el tiempo de trabajo remunerado en los convenios", lo que implica, entre otras cosas, reducir las horas extraordinarias y las prolongaciones de jornada no pactadas; apostar, siempre que se pueda, por la flexibilidad horaria, e incorporar la posibilidad del teletrabajo, algo que, según Fabián Mohedano, diputado de Junts pel Sí e impulsor de la reforma horaria, en Catalunya "todavía se estila muy poco".

Las empresas se comprometen también a favorecer la jornada continuada y a reducir, siempre que sea posible, la pausa para comer, que en muchos casos es de hasta dos horas. Sobre la movilidad de los trabajadores, el texto insta a poner en marcha planes de desplazamientos sostenibles y seguros que permitirían atajar problemas como la siniestralidad hacia el lugar de trabajo, además de ayudar a frenar el cambio climático. Del mismo modo, los agentes sociales trabajarán en sus convenios colectivos en pro de una mayor igualdad entre hombres y mujeres a través de un mejor reparto de la jornada laboral.

LAS TELES, DE ESPALDAS AL CAMBIO

Los experimentos, con gaseosa. La frase de Eugeni D’Ors es la que mejor refleja la opinión de las teles comerciales cuando se les plantea adelantar su sagrado ‘prime time’ (horario de máxima audiencia), que actualmente se sitúa entre las 22.30 horas y pasada la medianoche. Atresmedia y Mediaset se niegan a cambiar sus parrillas. Eso pondría en juego millones de euros. Y con el dinero no experimentan.

Ya en marzo del 2015, cuando TVE hizo un amago de adelantar su ‘prime time’, Tele 5 y Antena 3 se negaron a sumarse a la propuesta. Y lo argumentaron con un dato básico para la tele comercial: el minuto de oro (punta de audiencia) en España se sitúa en las 22.50 horas. "Esto es así, y no se pueden modificar las costumbres de la gente", razonaron.

Un portavoz de Atresmedia precisó que en A-3 y La Sexta el ‘prime time’ comienza a las 21.45 horas, con ‘El hormiguero’ y ‘El intermedio’, "dos programas con un gran tirón y mucho éxito y que consideramos que están dentro de la franja de máxima audiencia".

"No se puede ir en contra de los hábitos de la gente, porque sería perjudicial para nosotros -razonaba este portavoz-. Y la realidad de España es que el minuto de oro es hacia las 22.50 horas. Eso es así y no se puede modificar la sociedad", sentenciaba.

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La tele estatal empezó su –frustrado- adelanto del ‘prime time’ en marzo del 2015,con la emisión a las 22.15 horas de la serie ‘El Ministerio del Tiempo’. Para ello, acortó la duración del ‘TD-2’ para que los programas que se emitan a continuación finalicen antes de la medianoche. Fue un loable intento de ayudar a fomentar la racionalización de horarios y la conciliación, pero se ha ido diluyendo  poco a poco hasta desaparecer: actualmente, su ‘prime time’ se equiparara al de la competencia, lo que ha provocado la queja de los telespectadores. Y la dirección de TVE se ha visto obligada a responder a estas críticas  en el programa del Defensor del Espectador, ‘RTVE responde’, del pasado domingo.

En este espacio, la dirección ha explicado (en un mensaje leído) que “la audiencia de un canal generalista es tan heterogénea que resulta muy complicado satisfacer a todos”, y animaba a quien no puede ver la emisión de determinados contenidos, “a que hagan uso de nuestro servicio de ‘TVE a la Carta’, disponible en RTVE.es”.

Curiosamente, hay otra tele pública que sí mantiene un horario 'casi europeo'TV-3. La cadena autonómica catalana es una de las que ofrece un ‘prime time’ más madrugador. Sus programas de máxima audiencia se inician hacia las 21.55 horas y suelen finalizar antes de la medianoche. Eso sí, los viernes y los sábados, el cine rompe la regla.