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Facebook cede y vetará las noticias falsas

Peter Thiel, inversor de Facebook y asesor de Trump, sale de la Trump Tower.

Peter Thiel, inversor de Facebook y asesor de Trump, sale de la Trump Tower. / periodico

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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Facebook ha aceptado finalmente poner filtros a la difusión de bulos como los que supuestamente han contribuido a elevar a Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. El fundador y máximo responsable de la red social más utilizada del mundo, Mark Zuckerberg, ha pasado de quitar hierro a las denuncias a aceptar algunas de las sugerencias que le han hecho durante meses varios gurús de la comunicación como Jeff Jarvis o Tim O'Reilly, o incluso, el pasado viernes, el todavía presidente de EEUU Barack Obama. La red social implantará mecanismos de verificación de las noticias y les cortará la opción de anunciarse para promocionar su contenido.

"La cosa más importante que podemos hacer es mejorar nuestra capacidad de clasificar la desinformación. Esto significa mejores sistemas técnicos para detectar lo que la gente califica como falso antes incluso que ellos mismos", ha explicado Zuckerberg en el segundo artículo que publica sobre el tema en una semana. Facebook también advertirá a quienes compartan una información si otras personas la han denunciado como "noticia falsa" y se compromete a "elevar el listón" para las historias que aparecen como contenido relacionado cuando un usuario publica una información, uno de los puntos más criticados hasta ahora.

EL REPROCHE DE OBAMA

Zuckerberg reaccionaba así finalmente a lo que recriminó Obama públicamente en Berlín en una rueda de prensa con la cancillera alemana, Angela Merkel: “Si todo parece ser lo mismo y no lo distinguimos, no sabremos qué proteger y podemos perder mucho de lo ganado en libertades democráticas, economías basadas en el libre mercado y prosperidad”.

Facebook cambió el pasado junio los criterios que tenía para seleccionar noticias sugeridas. Pasó a primar lo que compartían "tus amigos” (las personas con las que un usuario tiene relación) por encima de las de “medios de comunicación”, lo que hizo más virales páginas y artículos simplemente porque eran compartidos entre las personas del mismo círculo sin tener en cuenta su relevancia informativa. Esto, según el analista Tim O’Reilly -considerado el padre de la ‘web 2.0’- ha sido el error. “Lo que es bueno para Facebook puede no ser bueno para sus usuarios”, escribía.

DENUNCIAS MÁS SENCILLAS

El chaparrón de críticas también le ha caído a Zuckerberg desde los propios empleados de Facebook, molestos por el hecho de que Peter Thiel, miembro del consejo de administración de la red social y uno de los “inversores fundadores” de la compañía, sea uno de los uno de los principales asesores del presidente electo de EEU, cuyo equipo de campaña ha sido responsable de muchos de los bulos lanzados durante la campaña electoral estadounidense. Uno de ellos, el supuesto apoyo de los 'amish', que inventó una web apócrifa y difundió el entonces jefe de campaña de Trump, Corey Lewandowski. El bulo era algo más que una simple anécdota porque el voto de esta comunidad religiosa garantizaba los delegados suficientes en Ohio, estado clave para que el candidato republicano lograra la presidencia.

Queda por ver si estas advertencias a los usuarios suponen cambiar algo que a Facebook siempre se le ha resistido: aceptar la responsabilidad editorial sobre los contenidos (que atribuyen únicamente a los usuarios), igual que lo hacen por los anuncios. Zuckerberg también se ha comprometido a vetar los anuncios a webs con contenido que se considere ilegal, engañoso o decepcionante, lo que incluye "noticias falsas” y "granjas de enlaces", páginas creadas solo para posicionar mejor a otras en los resultados de búsqueda de Google.

PROYECTO CONTRA LOS BULOS

Otras redes, como Twitter, también han sufrido la difusión de rumores por la explosión de cuentas automáticas, que buscan difundirlos mediante la creación artificial de 'trending topics' o temas del momento. La Unión Europea financia desde 2013 un proyecto europeo para verificar noticias, Pheme, que prevé tener en marzo sus primeros resultados a partir de pruebas que se están haciendo en Swiss Info y 'The Guardian'.

“Parte de la herramienta seguramente se pondrá en código abierto, y parte será de pago”, explica Tomás Pariente, investigador de Atos, una de las compañías tecnológicas implicadas en el proyecto, que se aplicará mayormente a Twitter. “Nosotros no podemos ver lo que pasa en Facebook porque su sistema está cerrado a los demás, pero ellos tienen tecnología suficiente para crearse uno", añade. 

Pariente advierte, sin embargo, de que el sistema no será infalible. “Si a los humanos nos la cuelan, imagina a una máquina... pero será un indicador fiable del grado de veracidad de una información”.