CAMPAÑA CONTRA EL INCIVISMO

Tarragona contrata detectives para luchar contra las cacas de perro

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ESTHER CELMA / TARRAGONA

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Primero se apeló a la emotividad  y el pasado mes de junio se inundó Tarragona con imágenes de perros adorables ladrando mensajes como:  “Prometo serte fiel toda la vida, pero no me hagas recoger mis cacas” o “Ya cojo yo la correa, pero tu recoges mis cacas”. Además de carteles y trípticos con estas frases, cuatro informadores recorrieron las zonas más afectadas, regalaron bolsas y concienciaron a los amos de las mascotas de que no hacerse responsable de la suciedad canina perjudicaba a toda la ciudad, pero también a su bolsillo si le sorprendían sin las manos en la masa. 

Las ordenanzas de civismo sancionan no recoger las deposiciones de perro con una multa de 100 euros y en los llamados puntos calientes se instalaron carteles de color rojo recordando la cuantía de la multa. Esta fue la primera fase de la campaña a largo plazo “Me comprometo con Tarragona”, con un presupuesto de  210.000 euros y que, según el ayuntamiento, está funcionando muy bien. "Hemos  pasado de dos multas a 30 y los equipos de limpieza y jardines también empiezan a notar resultados”, valora la concejala de Espacios Públicos, Ivanna Martínez (PSC).

LAS PRUEBAS DEL DELITO

Pero no es suficiente y ahora ha empezado una segunda etapa más resolutiva en la que detectives privados localizarán a los dueños incívicos, fotografiarán la fechoría, con el sitio, el día y la hora, les seguirán hasta sus domicilios y, una vez identificados, tramitarán toda esta información al departamento de limpieza pública, que a su vez la validará y enviará a los vecinos infractores la sanción de 100 euros.

Tarragona tiene 3.059 perros censados -más los que están indocumentados y una minoría sin dueño-, lo que que supone más de tres millones de excrementos al año, según los cálculos municipales. La concejala confía en que los detectives acabarán con la impunidad de los que “miran a un lado, miran a otro y se van sin limpiar nada. Es muy difícil sorprenderles en el momento justo y no pondremos a la Guardia Urbana todo el día a perseguirlos”, explica.

El ayuntamiento no da pistas de cuántos detectives recorrerán las calles ni de sus horarios. Actuarán sobre todo por la mañana y al atardecer -las horas habituales de paseo de las mascotas- y el recorrido lo marca un estudio de la empresa concesionaria de la limpieza, “que es la que está en la calle”, puntualiza Martínez. Sí se sabe que los detectives costarán unos 50 euros por hora y que patrullarán hasta finales de año.  El consistorio calcula que limpiar los excrementos sale ahora por unos 250.000 euros al año, dentro de la factura de más de un millón de euros que cuesta reparar todos los actos incívicos y el vandalismo.

MASCOTAS AVERGONZADAS

Aparte de los detectives y los informadores, esta segunda fase de la campaña vuelve a reforzar el mensaje emotivo con imágenes de un perro satisfecho diciendo: “Mi amo ya me recoge mis cacas” y otro que se tapa el hocico, avergonzado y murmura: “El mío aún no”. Martínez puntualiza que, más que castigar al que lo hace mal, se quiere premiar al que lo hace bien, y apela a la responsabilidad de los dueños de los perros. “Tener uno significa mucho más que darle de comer y llevarle al veterinario”, recuerda.

En esta lucha sin cuartel aún se proyecta emplear más munición contra las cacas de perro. Una vez aprobadas las nuevas ordenanzas específicas sobre mascotas, se creará una base de datos de ADN en la que, al estilo CSI, las pruebas serán irrefutables para hallar al autor de la fechoría y poder sancionar al responsable.