La sombra de 'Merlí' no es tan alargada

“Me llamo Merlí y quiero que la filosofía os haga ‘trempar’”, decía a sus alumnos el protagonista de uno de los éxitos de la presente temporadaen TV-3, ‘Merlí’. A tenor de las tramas, los alumnos de segundo de bachillerato del inclasificable profesor al que da vida Francesc Orella se han dejado seducir por la asignatura y, todavía más si cabe, por las circunstancias propias de la adolescencia. Pero, ¿el éxito de la serie en la pequeña pantalla (con 500.000 telespectadores de media cada semana) ha podido influir en el aumento de la popularidad de la carrera humanística entre los estudiantes universitarios? Precedentes como Lou Grant, en el mundo periodístico, y Gil Grissom, en los laboratorios criminalísticos, abonarían esa tesis.     

Héctor Lozano, creador de la ficciónHéctor Lozano,, se muestra escéptico sobre una posible relación causa-efecto. “No tengo claro que tenga algo que ver, pero bienvenido sea dicho aumento. Sea por el motivo que sea, a mí me gusta”, opina.

Lozano, que se inspiró en un profesor de Literatura de la ESO, amigo suyo, para construir la trama, apunta otro factor a tener en cuenta: “Muchas personas empiezan la carrera, pero no la acaban”. Él mismo es un ejemplo: inició los estudios, pero colgó los libros después del primer curso para dedicarse a ‘Merlí’. “Es normal que se deje a medias, porque es una carrera muy densa, aunque muy interesante”. Y explica una anécdota al respecto. “El primer día del curso faltaban asientos en clase para algunos estudiantes. Y la profesora nos dijo: ‘Tranquilos, que dentro de tres semanas se vaciará’ –relata-. Y, efectivamente, así sucedió”. Corría el 2102.

RELATIVIZAR LAS CIFRAS

El guionista cuenta con el asesoramiento de Nemrod Carrasco, profesor de Filosofía de la Universitat de Barcelona (UB), que opina que 'Merlí' tampoco habrá influido "tanto" como para lanzar las campanas al vuelo. "Las cifras se han de relativizar cuando una serie sobre una profesión se pone mucho de moda y tiene impacto en la gente más joven". Expone que "lo extraño" no es que esa motivación se dé para estudiar una profesión de prestigio, sino para cursar una carrera "que no tiene una salida laboral clara".

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Para Carrasco, y en ello también incide Lozano, 'Merlí' es una serie "de entretenimiento", un producto con una función "muy específica": "Para divulgar la filosofía hay otros medios que no son incompatibles con la tele". 

TOQUES 'MERLINESCOS'

El profesor -algún alumno ha querido ver en el ciertos rasgos 'merlinescos', porque da un toque "bastante escenográfico" a sus clases- asegura que en la universidad hay muy pocos docentes como el atípico personaje. "Solo si existiera uno ya valdría la pena", cuenta, y recuerda que él solo encontró a "uno o dos" durante su época estudiantil de los que pudo aprender algo. "La gente en tercero o cuarto se desespera y aprende filosofía por su cuenta".