Relojes parados a las 13.03 en València

Fue, dijeron, el último acto público que tiene previsto la asociación de víctimas del accidente de metro de València. Una despedida en una inauguración, la de un monumento que homenajea a todos aquellos que perdieron la vida, o se dejaron parte de ella, en ese accidente del 3 de julio del 2006 pero que también quiere servir de alerta permanente para que nunca más se repita un horror así. Se trata de un espacio sobrio presidido por 43 relojes parados en las fatídicas 13:03 horas de aquella negra jornada en la que, justo debajo del jardín en el que se ha situado la obra, un convoy del metro descarriló dejando otras tantas víctimas y 47 heridos. Pero hay más relojes, otros siete, que conectarán en breve con la sociedad por medio de internet, siete puertas virtuales de acceso a la toda la investigación, a la web de la asociación o a su blog. Una manera de sincronizar el duelo permanente con una mirada hacia delante.

“Queríamos que fuera no solo una conmemoración sino también un símbolo de la lucha contra el olvido y un compromiso de una lucha por una sociedad mejor”, explicó Enric Chulió, el primer presidente de la asociación. Lo hizo ante unas decenas de personas y una amplia representación de los miembros de la actual Generalitat y del Ayuntamiento de València.

“Después de tantos años de olvido es gratificante sentir el apoyo y la cercanía de los representantes políticos”, apuntó Rosa Garrote, la actual presidenta. Ximo Puig, president de la Generalitat, alabó la apertura de este “espacio espiritual y laico que tiene que ver con la memoria de esas personas que nunca debieron morir y a las que debemos un reconocimiento porque la Generalitat, a la que hoy represento, falló y lo único que podemos decir es que vamos a luchar para que jamás vuelva a pasar un accidente así”.

DISEÑO INSPIRADO EN UN ARTÍCULO DE ÉVOLE

Para elegir la obra la asociación convocó un concurso público en el que un prestigioso jurado y la votación popular coincidieron en el diseño de la alemana Anja Krakowski, que explicó que está inspirado en el artículo que Jordi Évole escribió en EL PERIÓDICO en el 2013 tras el ‘Salvados’ que visibilizó la lucha de la asociación y en el que reconocía el tirón que pueden tener 50 minutos de ‘prime time’ (así se llama el monumento) pero alababa el buen periodismo que se hizo localmente por parte de algunos medios sin tanto tirón.

“Marca un tiempo que se para, que se trunca, pero también el comienzo de una lucha por la justicia”, dijo la artista, que recordó que cuando concibió la obra la asociación aún no habían obtenido la reparación que buscaba. Esas metas se consiguieron con la comisión parlamentaria de hace unos meses y de ahí el paso a un lado que han decidido dar. “Conseguidas las reivindicaciones lo único que nos quedaba era este monumento de memoria colectiva para recordar al accidente y recordar que la sociedad debe estar siempre vigilante para que los políticos no se descuiden en el cumplimiento de sus obligaciones”, culminó Garrote.