Los rectores catalanes reclaman que los másteres y los grados cuesten lo mismo

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MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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Si los estudiantes pagasen las mismas tasas de matrícula en las dos etapas educativas de la universidad, es decir si el precio de los grados y de los másteres se equiparase, el crispado debate que actualmente hay en torno a la implantación del decreto de reforma de la estructura de los estudios superiores, el denominado decreto del 3+2, se relajaría y la discusión podría concentrarse entonces en los aspectos estrictamente académicos. Es lo que piensan los rectores de las ocho universidades públicas catalanas, que este jueves han presentado una declaración institucional, que contempla, entre otros puntos, esta reivindicación.

De prosperar la propuesta, los estudiantes de las universidades públicas podrían ver reducida la matrícula en entre 1.000 y 1.500 euros aproximadamente, si se mantienen las tasas actuales. Así, por ejemplo, quienes cursan una carrera de experimentalidad A (Educación, Historia, Administración y Dirección de Empresas, Derecho o Turismo) pagan hoy unos 8.000 euros por los cuatro años de grado y un año de máster, mientras que los alumnos de experimentalidad C (la mayoría de ingenierías y los estudios biomédicos) llegan a pagar 13.500 euros por cinco años de formación.

La equiparación de precios de grados y másteres rebajaría el importe a pagar por los alumnos a unos 7.000 euros para los primeros casos y unos 12.000 para los segundos. "Los graves efectos económicos que podría tener el 3+2, si el precio de los másteres sigue como ahora, es una de las principales trabas que encuentran los estudiantes respecto al nuevo modelo", ha indicado Armand Sánchez, vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"100 millones m\u00e1s en el presupuesto","text":"Para el secretario de Universitats i Recerca de la Generalitat, Arcadi Navarro, es \"obvio\" que las universidades p\u00fablicas catalanas necesitan una mejor financiaci\u00f3n. En respuesta a la petici\u00f3n de los rectores, Navarro ha afirmado este jueves que si hay disponibilidad presupuestaria se intentar\u00e1n mejorar las partidas que la Generalitat \u00a0transfiere a los campus."}}

"Si se equiparasen precios, este dejaría de ser un tema de discrepancia", ha añadido. A efectos económicos, daría lo mismo estudiar cuatro años de grado y uno de máster, como se hace actualmente, que cursar tres años de grado y dos de máster, como prevé el decreto.

DE MOMENTO, SOLO EL PRIMER AÑO

Con todo, la Generalitat no contempla la medida de momento y solo ha hablado, a través de los últimos secretarios de Universitats i Recerca, de reducir el precio del primer año del máster para igualarlo al de grado, cosa que por otra parte todavía no materializado. Sobre el segundo año de máster, nunca se ha pronunciado. Eso sí, insisten los rectores en su declaración , "estas medidas se deberían de llevar a cabo sin perjudicar en ningún caso la financiación de las universidades públicas", que ya es bastante frágil.

Los rectores agrupados en la Associació Catalana d'Universitats Públiques (ACUP) suman a esta primera petición la reclamación de que "a medio plazo" los precios de matrícula tiendan a igualarse a la media de la OCDE, que es del 14% del coste total de los estudios. En Catalunya es ahora del 26%, ha explicado el actual presidente del organismo, Sergi Bonet, rector también de la Universitat de Girona (UdG). La rebaja de precios que piden los rectores supondría una bajada de alrededor del 46% respecto a las tasas actuales, algo más que el 30% aprobado por el Parlament en abril y ratificado por la misma Cámara catalana la semana pasada.

Esto significa, ha admitido Bonet, que oficialmente la ACUP renuncia de momento a la gratuidad de tasas para los universitarios, reclamada meses atrás por algunos de los rectores que forman parte de la asociación, con el consenso de los consejos de estudiantes de las ocho universidades públicas catalanas y de sindicatos mayoritarios entre los trabajadores del sector.