Gente corriente

Quique Pérez :«Uno de mis 'hobbies' es visitar fábricas de pirotecnia»

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MAURICIO BERNAL

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Quique Pérez («Enrique, sí: pero todos me llaman Quique») atesora envidiables conocimientos sobre pirotecnia. Salvo un par de años, desde 1995 ha formado parte del jurado de Focs de Blanes, el concurso pirotécnico que empieza esta tarde en la localidad de La Selva; primero en el jurado popular y luego en la comisión técnica. Además, durante cuatro años fue teniente de alcalde de ferias y fiestas. En realidad, todo esto empezó hace mucho, cuando presidía la asociación de vecinos de su barrio, Valldolig. Porque allí:

-Allí organizaba las fiestas del barrio y llevaba a cabo toda clase de actividades, las que organiza toda asociación de vecinos. Veinte años estuve haciendo pesebres vivientes.

Lleva más de 20 años vinculado al concurso de juegos artificiales de Blanes, que empieza hoy.

-Resumiendo: sabía de fiestas. Yo creo que por eso me llamaron del ayuntamiento. En esa época…

-¿De qué año hablamos? Del año 99. Entonces el concurso estaba un poco tocado, y yo quería potenciarlo, así que me dediqué a visitar festivales: las Fallas de València, la Descarga de Cangas del Narcea, Logroño, Burgos, Tarragona, San Sebastián, Bilbao… Me presentaba y decía: «Oye, vengo de Blanes, allí tenemos este concurso…»

-¿Qué aprendió? Mi objetivo era incorporar mejoras al festival y contactar con pirotécnicos. También visitaba fábricas. Las fábricas me impactaron.

-¿Por qué? Bueno, vi que la elaboración de material pirotécnico es algo muy laborioso y trabajado. Aprendí que en València están las mejores fábricas, y que después posiblemente están las de Galicia, y a nivel de Europa, Italia.

-Italia. Sí, hasta he tenido la suerte de ver el mayor almacén de fuegos artificiales de Europa, en Bérgamo, en Milán. Tenían un almacén que era un búnker subterráneo y allí había 20 o 30 tráileres, todos cargados con pirotecnia.

-Cuénteme, ¿cuáles son los criterios para puntuar un espectáculo pirotécnico? Eso está muy establecido, hay cinco criterios y todos se puntúan de 1 a 10. El primero es los colores. Es lo más importante.

-¿Cómo deben ser, exactamente? Mire, hace 20 años solo existían los colores típicos de cualquier Sant Joan: amarillo, verde, rojo. Se veía poco ese blanco que es como un flas, o el violeta, o el azul turquesa. Hoy en día los químicos han avanzado mucho y han incorporado nuevos colores: amarillo limón, verde manzana, rojos que tiran a rosados. Se evalúa la variedad.

-¿Qué más? Lo segundo es el ritmo: que no haya espacios negros en el cielo. Son 19 minutos que deben pasar rápido y ser intensos; un vacío de tres, cuatro segundos, no es bonito.

-¿El tercero? El tercero es el conjunto artístico, que aquí en Blanes pasa por utilizar Sa Palomera. Es importante, ya que tenemos esta roca emblemática, que forme parte del espectáculo. Después es importante la originalidad, e incluso la reacción del público.

-Cuénteme, ¿de dónde le viene a Blanes la tradición? El concurso lo instauró el alcalde Domingo Valls. Este año es la 46ª edición, pero hay documentos que prueban que ya en 1890 se disparaban fuegos. En Valencia dicen que Blanes es un pueblo escapado de la Comunidad Valenciana por la tradición que tiene. Piense que es el único pueblo con monumento al concurso de juegos artificiales.

-¿Aún visita fábricas? Es uno de mis hobbies. Hay a quien le da por irse de caza, a pescar… Yo cuando tengo un par de días le digo a un amigo: «Vamos a conocer tal fábrica».