Marginados hasta en la sanidad

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TERESA PÉREZ / BARCELONA

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La Generalitat ha entregado, en cuatro años, 170.000 tarjetas sanitarias especiales a ciudadanos extranjeros a los que el Gobierno del PP excluyó en el 2012 con su reforma sanitaria. Sin embargo, todavía hay un número "importante” de excluidos, según la Conselleria de Salut, que no tiene acceso a la cobertura. Carlos Losana, portavoz de la Plataforma por una Atenció Sanitària Universal a Catalunya (Pasucat) critica que, precisamente, el colectivo con más problemas de salud es el más vulnerable. Pese a que la Generalitat amplió la cobertura para contarrestar el efecto de la ley del 2012, ”miles de personas están excluidas de este derecho fundamental”, apunta Losana.

La marginación sanitaria comenzó en el 2012 con la reforma del Gobierno central que supuso un retroceso respecto a la ley del año 1986, que garantizaba el acceso universal al sistema sanitario. La Generalitat optó por hacer la instrucción 10/2012 para ampliar la cobertura y una segunda instrucción 8/2015 eliminó más trabas. Un informe de Red de Denuncia y Resistencia al Real Decreto 16/2012 (Reder), que aglutina a numerosas entidades, entre ellas Médicos del Mundo, revela que en nueve meses, desde el pasado mes de agosto hasta mayo de este año, se han contabilizado en toda España 541 casos de exclusión sanitaria, de los que el 47% corresponde a inmigrantes en situación irregular, según un portavoz de Reder.

De los 541 casos estatales, el 10% , alrededor de medio centenar, corresponde a Catalunya. La mayoría de las denuncias son "por facturaciones indebidas y por no emitir la tarjeta sanitaria a la que tenía derecho", explica Losana. Pasucat tiene constancia del cobro de una factura por valor de 18.000 euros "a un paciente al que le operaron de apendicitis y se complicó la recuperación", recuerda Losana.

PADRÓN COMPLEJO

Actualmente, en Catalunya todo ciudadano que esté inscrito en el padrón tiene derecho a vacunas, a programas de VIH y drogodependencia y, por supuesto, cubre la atención a embarazadas y a menores de 18 años y urgencias. Y a partir de los tres meses abarca la atención primaria. La Generalitat última ahora una ley, pendiente de entrar en el Parlament, que elimina esta carencia y a partir de la inclusión en el padrón todo el mundo tendrá derecho a la asistencia.

Pasucat, que reconoce la complejidad de saber la cifra exacta de excluidos del sistema sanitario, afirma que no todo es tan fácil como parece. El primer problema surge cuando el usuario pretende empadronarse, requisito obligatorio para tener la tarjeta. Losana señala que la inscripción en el padrón "es muy dificultosa" porque en una vivienda solo puede estar empadronada la familia del arrendatario. "Si has alquilado una habitación o el dueño no hace contrato porque quiere cobrar en negro, no te puedes empadronar".

FACTURAS HOSPITALARIAS

Pero, aunque se tenga la tarjeta los pacientes tienen impedimentos para ser atendidos en los servicios de urgencias. Algunos hospitales catalanes siguen facturando la atención a estos usuarios, pese a que este servicio, según la instrucción catalana 8/2015, debería costearlo el CatSalut. Por ello, diversas entidades se concentraron a principios de mes ante el Hospital de Sant Pau para denunciar "estas irregularidades". 

Los manifestantes recordaron que el centro debería ofrecer una declaración responsable para confirmar la falta de recursos del enfermo y facturar la atención a la Conselleria de Salut. Sin embargo, en lugar de esto cuando el enfermo va a ser atendido en urgencias le informan de que le van a cobrar y algunos se van sin recibir atención y creyendo además que no tienen derecho a ella.

ACOMPAÑAR AL MÉDICO

Para evitar esta situación diversas entidades realizan acompañamientos a estas personas vulnerables para que sean atendidos por el sistema de salud que no les garantiza la Administración.

Una de estas entidades es la Fundació Àmbit Prevenció, cuyo proyecto 'A peu de carrer' consiste en acercar los servicios sanitarios a los colectivos más vulnerables como sin techo, personas recién llegadas o sin tarjeta sanitaria que tienen dificultades para acceder a la atención médica. Mercè Meroño, presidenta de la entidad, asegura que un equipo de la entidad hace de enlace de estas personas y los servicios sanitarios  “les facilitamos pruebas gratuitas de VIH, tramitamos la tarjeta sanitaria, hacemos acompañamiento v seguimiento de estas personas durante los tratamientos y recurrimos las facturas que les cobran por prestarles atención médica”. Cruz Roja también auxilia a los más vulnerables en la farragosa burocracia y les echa una mano en el complicado papeleo del empadronamiento.