La publicidad encubierta se agazapa en las redes sociales

Nina Urgell, en Instagram.

Nina Urgell, en Instagram. / periodico

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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{"zeta-legacy-key":{"title":"Las claves de la noticia","keys":[{"title":"NUEVO P\u00daBLICO","description":"\u00a0Las redes sociales se han convertido en el nuevo espacio para captar a los j\u00f3venes que apenas ven la televisi\u00f3n o consumen prensa en papel. Y que tienen como referentes a 'youtubers' o 'instagramers' m\u00e1s que a los actores televisivos de turno."},{"title":"PLATAFORMAS\u00a0","description":"\u00a0La red social de fotograf\u00eda Instagram y la de v\u00eddeo Youtube son los grandes escaparates de la publicidad espont\u00e1nea en internet, porque en ellas los usuarios tienen todav\u00eda un control absoluto de lo que cuelgan sin que las redes sepan c\u00f3mo monetizarlo. Facebook, en cambio, ha creado un negocio publicitario muy dirigido, donde cualquier menci\u00f3n a una marca aparece como etiqueta a otra p\u00e1gina.\u00a0"},{"title":"EXPERIENCIA Y PUBLICIDAD","description":"\u00a0Cuando una veintena de blogueras o usuarias de Instagram aparecen con el mismo vestido, bolso o maquillaje, existe la sospecha de que alguien haya pagado por la campa\u00f1a. Pero hay otras situaciones en la que no forzosamente se cobra: el viaje, la fiesta o el regalo. \"Hay que teatralizar la historia, que contin\u00fae de una red a otra, y que sea diferente\", opina Mar\u00eda Gamero."}]}}

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