El Ebro reclama a Europa que vete el plan de cuenca con una gran protesta en Barcelona

Activistas de la PDE posan junto al rio Ebro en Tortosa.

Activistas de la PDE posan junto al rio Ebro en Tortosa. / periodico

SÍLVIA BERBÍS / TORTOSA

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El área más importante para las aves marinas del litoral mediterráneo, uno de sus reductos alimentarios vitales, está en riesgo. Numerosas especies declaradas de interés comunitario, cuya supervivencia depende de la aportación de sedimentos y nutrientes, ven comprometido su estado de conservación. La cuña salina penetrará río arriba y provocará impactos en espacios protegidos. Se incrementará la aportación de fertilizantes y plaguicidas, se reducirá la productividad de las pesquerías marinas y el delta del Ebro retrocederá.

Son algunos de los impactos que la comunidad científica, la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) y la Generalitat de Catalunya auguran de la aplicación del Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro que entró en vigor, tras la aprobación del Gobierno del PP, el pasado 20 de enero. La Comisión Europea entraría en flagrante contradicción si aceptara unos efectos que, sostienen, atentan contra su propia legislación. Ahí están las claves de la queja que la Plataforma en Defensa del Ebro presentará este mes de junio ante las instituciones europeas para provocar su reacción de veto al plan y, sobre todo, a la financiación de las obras que contempla. Para reforzar el apoyo social a los argumentos con los que combatir la ofensiva del PP favorable al plan en Europa, las Terres de l’Ebre vuelven este domingo a manifestarse en Barcelona, 15 años después de la primera ocasión, contra el Plan Hidrológico Nacional, y seis después de la última marea azul en la capital catalana.

LUCHA DE PAÍS

"Hemos contestado al plan de cuenca en el ámbito institucional, también a través de un recurso ante el Tribunal Supremo, en el ámbito social con la masiva manifestación del pasado 7 de febrero en Amposta y ahora la lucha en defensa del Ebro pasa por Barcelona, porque esta debe ser una lucha de país", afirma el portavoz antitrasvase Manolo Tomàs. "Con esta nueva movilización Europa debe ser consciente de que tras los argumentos con los que rebatimos el plan y su insuficiente propuesta de caudales ambientales para el tramo final hay toda una sociedad, un país, y que haremos la presión que haga falta por el cumplimiento de las directivas que protegen nuestro territorio", asegura Tomàs. 

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En el aspecto clave de los caudales ambientales, la PDE y el Govern de la Generalitat caminan juntos. "El régimen que propone el plan debe ser revisado porque hay una serie de requerimientos a cumplir, en materia de agua, de sedimentos, de nutrientes, de regresión del delta, de gestión de la cuña salina... Técnicamente lo hemos dicho todo”, admite el jefe del departamento de Control i Medi de la Agència Catalana de l’Aigua, Antoni Munné. Entre lo dicho, que el caudal del Ebro tiene que oscilar entre los 5.871 hectómetros cúbicos y los 9.907, según se trate de un año seco o lluvioso, muy lejos de los 3.100 a los que lo reduce el plan.

COLAU Y FORCADELL

La plataforma sostiene que esos exiguos caudales no son más que el resultado sobrante tras satisfacer una serie de demandas que ve excesivas, como 465.000 nuevas hectáreas de regadío. Esta cifra incluye las que también la Generalitat pretende desarrollar con proyectos de riego. Con esa disfunción por resolver, se busca la unidad para hacer frente común ante Europa. Este mes de junio la PDE presentará su queja ante la Comisión Europea, e insta a instituciones y partidos políticos a seguir sus pasos.

De momento, la mayoría de los partidos políticos -a excepción del PP y Ciutadans-, ya en precampaña cara las elecciones generales, acudirán este domingo a la manifestación en la capital catalana. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, han confirmado su presencia. Acompañarán a unas 70 entidades y movimientos ambientalistas, oenegés y sindicatos, entre ellos algunos procedentes de Aragón y València. La protesta, encabezada por una pancarta con el lema 'L’Ebre sense cabals és la mort del delta', comenzará a las 12 en la plaza de la Universitat y desembocará en la plaza de la Catedral. "Cada persona será una gota de agua en una riada azul que esperamos arrastre al plan de cuenca y devuelva la vida al río", anhela Tomàs.

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