Las víctimas de balas de goma creen que la sentencia "da barra libre a la violencia policial"

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MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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La absolución de los dos mossos d'esquadra acusados de dejar tuerta a Ester Quintana, en una sentencia conocida justo dos semanas después del pacto que evitó el juicio a los seis agentes homicidas del empresario barcelonés Juan Andrés Benítez, "abre una vía muy preocupante a que la policía vuelva a actuar con violencia contra los ciudadanos, en vista de que está saliendo impune de todos los casos que habían llegado a los tribunales". La denuncia la hacía este viernes Nicola Tanno, miembro de la plataforma Stop Bales de Goma y víctima, él mismo, de uno de esos artefactos ahora prohibidos en Catalunya. "Esta absolución ha sido un golpe muy duro", ha afirmado Tanno, muy enojado.

"Si la valentía de Ester Quintana, que ha sido la única víctima que ha llevado hasta el final su denuncia", no ha llegado a buen puerto, "ha sido porque Interior ha obstaculizado la investigación desde el primer momento, ha asegurado el activista. "Eso, de hecho, no nos sorprende... Es la forma de trabajar de la policía, cuando se trata de 'uno de los suyos'", ha agregado.

Pero si algo ha quedado claro en la sentencia del Tribunal Superior de Justícia es que tan peligrosas son las balas de goma como los proyectiles viscolástico o foam. De ahí, ha anunciado Tanno, que la asociación de la que es miembro se plantee ahora también la prohición de esta segunda munición.

EL FIN DEL CALVARIO

El Sindicato Autónomo de la Policía (SAP), mayoritario en los Mossos d'Esquadra, ha celebrado, en cambio, la absolución de los dos agentes, que, según la organización, "han tenido que pasar un calvario" para demostrar su inocencia. El SAP ha pedido, en un comunicado, que, tras la sentencia absolutoria, se cierre de una vez el debate que durante meses ha provocado que los agentes acusados se hayan visto sometidos "a un juicio paralelo que ha supuesto un agravio para ellos y para sus familias". 

La Conselleria d'Interior, por su parte, se ha abstenido de hacer valoraciones de la sentencia hasta conocer su contenido con detalle, ha dicho una portavoz del departamento que dirige Jordi Jané. El mismo argumento ha utilizado la 'conselleria' para evitar hablar del tirón de orejas que el tribunal da a Interior por la obstaculización y los errores cometidos en la investigación del caso.