Un avión que aterrizaba en Bilbao se cruzó con tres drones

El piloto de un Airbus 320 alertó de la presencia de aeronaves no tripuladas cerca del aeropuerto

Un usuario controla un dron en un centro de investigación en los Pirineos franceses.

Un usuario controla un dron en un centro de investigación en los Pirineos franceses. / periodico

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Un avión de pasajeros de la compañía Lufthansa avistó tres drones que se cruzaron en su trayectoria cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Loiu, en Bilbao, este sábado. 

El incidente fue revelado por el Diario Vasco, citando fuentes de la torre de control, que explica que las aeronaves no tripuladas tuvieron que ser esquivadas a unos 900 metros de altura, cuando el avión comercial había iniciado ya el descenso. Según el diario, el comandante de Lufthansa divisó los drones "casi por casualidad" ya que cuando inician la maniobra de aterrizaje la tripulación suele estar concentrada en la instrumentación. Los técnicos valoran también que el buen tiempo facilitara la visibilidad de los aparatos desde el avión comercial, con capacidad para transportar a 168 pasajeros.

Este lunes, fuentes de la compañía aérea han afirmado que el piloto vio a los drones pero que no realizó ningún tipo de maniobra distinta a la del aterrizaje ni modificó su trayectoria. "Cuando aterrizó, notificó a la torre de control que había visto a los drones, pero hizo el aterrizaje con normalidad", asegura un portavoz. La misma versión la corroboran desde la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA).

El suceso se produjo en la zona más habitual para los aterrizajes en el aeropuerto de Loiu, a unas 2,5 millas de la cabecera 30 del aeródromo, viniendo desde tierra, en una zona entre Amorebieta y Larrabetzu.

El vuelo LH1142 era un Airbus 320 que procedía de Francfort y aterrizó a las 13.26 horas. 

RASTREO POR AIRE Y TIERRA

La tripulación avisó a la torre de control de Loiu, que denunció el suceso a la Ertzantza. La policía vasca inició un rastreo por tierra y aire en los lugares cercanos al aeropuerto para intentar localizar a los pilotos de los drones, pero no lo lograron, por lo que han archivado el caso, según el diario.

La legislación internacional prohíbe el uso de drones cerca de aeropuertos y aeródromos, y reclama que los pilotos de aeronaves no tripuladas tengan siempre visión sobre el aparato y que no alcancen una altura mayor de 120 metros sobre el suelo. Sin embargo, muchos de los modelos que se venden en las tiendas destinados a aficionados y que no requieren licencia de pilotos profesionales pueden superar esta altura y llegar hasta a los 2.000 metros. 

Las propias asociaciones de usuarios de drones piden a los aficionados que respeten las normas y recuerden que no son juguetes sino instrumentos que pueden violar el espacio aéreo, el urbano o la privacidad de las personas, pese a su popularidad.

El pasado mes de marzo otro avión Airbus 320, uno de los más habituales en la aviación comercial de radio medio, de la compañía Air France estuvo a punto de chocar con un dron cuando iniciaba el descenso al aeropuerto Charles de Gaulle de París, según informó la Agencia de Investigación y Análisis de Francia (BEA).