PROCESO POR LA OPERACIÓN JAVA

20 años de prisión para el jefe de una mafia georgiana con sede en Barcelona

Un ertzaina participa en una de las detenciones de la Operación Java en el País Vasco.

Un ertzaina participa en una de las detenciones de la Operación Java en el País Vasco. / periodico

M. BATALLAS / J. G. ALBALAT / MADRID/ BARCELONA

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La Audiencia Nacional ha condenado a 20 años y 11 meses de cárcel a Kakhaber Shushanashvili como jefe de una organización criminal fundamentalmente compuesta por georgianos que se estableció en España y que fue desarticulada en la 'operación Java', practicada en marzo del 2010. Los Mossos d'Esquadra, coordinados por los fiscales anticorrupción Fernando Bermejo y José Grinda, participaron en esta actuación policial que se desarrolló de forma simultánea en cinco paises y cuyo resultado fue la detención de 70 personas.

En una sentencia, los magistrados imponen esta pena a Shushanashvili, que dirigía la organización desde su piso de la calle de Marina de Barcelona, por delitos de blanqueo, conspiración para el asesinato, tenencia ilícita de armas, falsificación de tarjetas de crédito y tentativa de estafa continuada, por lo que, además, se le impone una multa de 32.7535 euros. No obstante, se le absuelve de otra tentativa de asesinato al haber sido retirada la acusación para que pueda ser enjuiciado por las autoridades francesas y del delito de falsificación de documentos.

El tribunal, asimismo, ha condenado también a otras 12 personas a penas que oscilan entre el año y seis meses a los siete años de cárcel por delitos que van desde el blanqueo hasta la falsificación de documentos oficiales.

La sentencia relata cómo en el 2008, en la zona de Catalunya y Levante, se asentó la rama de una organización criminal surgida en la antigua URSS y formada en su mayoría por ciudadanos georgianos, cuyo líder era Kakhaber Shushanasvilli, con categoría de “ladrón en ley” ('vor v zakone', miembro de la mafia rusa, según el argot utilizado por estas organizaciones), vinculado a su hermano Lasha, quien dirigia el grupo desde Grecia.

CAJA COMÚN

Como “ladrón en ley”, Shushanashvili se ocupaba de los fondos de la organización, de la caja común (obschack), que se nutría del dinero que los miembros de la organización recababan y le hacían llegar en su mayor parte de sustracciones en domicilios, generalmente llevadas a cabo en el extranjero.

Entre las actividades desarrolladas por la organización para poder aflorar fondos, Shushanashvili constituyó en el 2009 una sociedad para explotar distintos negocios de limpieza y lavado de vehículos, así como una sociedad de paquetería, todo ello con la ayuda del español Juan Miquela Tomillero, según la sentencia.

INTENTO DE ASESINATO

los jueces relatan también cómo Kakhaber Shushanashvili y su hermano Lasha tomaron la decisión de matar a un miembro de una facción rival afincado en Niza y al que consideraban un traidor, para lo cual dos sicarios viajaron de Grecia a Barcelona, desde donde se desplazaron a la localidad francesa, si bien la acción no se pudo llevar a cabo al ser detenidos por la policía francesa en el hotel donde se iban a alojar.

La Audiencia Nacional impone las penas teniendo en cuenta la peligrosidad de estas organizaciones procedentes de países del Este, donde el control es “férreo, profundamente jerarquizado”, en los que se aplica “sin discusión su propio sistema de normas y su administración de los castigos” .