JUICIO EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

Los mossos acusados de la mutilación de Quintana se exculpan y apuntan a otros compañeros

Los agentes aseguran que solo dispararon salvas para "hacer ruido" en la zona en la que fue herida la mujer

El subinspector declara en el juicio por el caso de Ester Quintana

El subinspector declara en el juicio por el caso de Ester Quintana / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El subinspector y el escopetero de los Mossos d’Esquadra acusados de la mutilación de un ojo a Ester Quintana han declarado este martes en el juicio que se celebra contra ellos que en la zona donde cayó herida la mujer dispararon “una o dos salvas” para “hacer ruido”, pero no pelotas de goma. Durante su interrogatorio sembraron dudas sobre la actuación de los compañeros de otra furgoneta policial, que fueron expedientados por ocultar información. “Me dijeron que no recordaban nada de esa intervención”, ha explicado el mando policial.

Los dos acusados no se han movido ni un milímetro de su línea de defensa. Tanto el escopetero como el subinspector, que han declarado durante un poco más de un hora, han asegurado que el 12 de noviembre del 2012, durante la huelga general y tras la manifestación convocada por la tarde en el centro de Barcelona, solo se lanzaron salvas en la confluencia de la Gran Via y el paseo de Gràcia. El subinspector ha recalcado que en ese momento no hacía falta avisar por megafonía que la gente congregada (unas 50 o 60 personas) se dispersara, pues ya lo había hecho al inicio de la intervención en Via Laietana, donde sí hubo alborotos.

ORDEN DE DISPARAR

El subinspector y el escopetero, que se han negado a responder a las preguntas de la acusación particular, han insistido en que su actuación fue correcta y dentro de los parámetros marcados por los protocolos. El escopetero ha ratificado que cuando estaba en el furgón el subinspector le dio la orden de lanzar salvas y que así lo hizo cuando bajó con su arma. “Yo recuerdo una, aunque siempre he dudado entre una o dos”, ha dicho.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"La fiscal\u00eda mantiene la petici\u00f3n de dos a\u00f1os de c\u00e1rcel y la acusaci\u00f3n la de nueve a\u00f1os","text":"Este mi\u00e9rcoles est\u00e1 previsto que toda la sesi\u00f3n se dedique a los informes finales de la fiscal\u00eda, la acusaci\u00f3n particular y las dos letradas que defienden a\u00a0los dos mossos\u00a0acusados. Despu\u00e9s, el juicio quedar\u00e1 visto para sentencia.\u00a0"}}

El escopetero ha sostenido que ese día no disparó ninguna pelota de goma y ha lanzado de forma velada sospechas sobre los compañeros de otra furgoneta, la 414, que también se situó en la confluencia de la Gran Via con el paseo de Gràcia, lugar desde donde, según las acusaciones, partió el proyectil que impactó en el ojo de Quintana.

Según este agente, en una reunión, los miembros de la 414 dijeron que no habían bajado de la furgoneta, cuando en el juicio han dicho que sí lo hicieron. El escopetero también ha afirmado que ellos tiraron durante todo el día dos proyectiles viscolásticos y que los miembros de la 414, ocho, “de los que seis no recordaban dónde los habían disparado”.

FALTA DE MEMORIA

El mando de los Mossos que también se sienta en el banquillo ha corroborado la versión del escopetero y ha admitido que solo le ordenó lanzar salvas para “hacer ruido” para disperasar a un grupo de personas que habían en el paseo de Gràcia. Y que después, “al conseguir este objetivo”, mandó encochar y se fueron. El subinspector comandaba a tres furgonetas, entre ellas la 414.

El jefe de la dotación ha explicado que en base a sus 15 años de experiencia en los antidisturbios es normal que en una intervención los policías no se acuerden de todo, pero sí de lo que ha hecho cada uno. “Cuando en una furgoneta (en relación a la 414) nadie se acuerda de nada, pues hombre… ”. La defensa sostiene que en el lugar donde cayó herida Quintana se dispararon dos salvas, pero que otro agente hizo un tercer disparo, no precisando la munición.