El reconocimiento de la Unesco duplica el número de 'colles castelleres' en cinco años

Los Castellers de Vilafranca durante la actuación en el Concurs de Tarragona del 2014.

Los Castellers de Vilafranca durante la actuación en el Concurs de Tarragona del 2014. / periodico

RAFAEL MORALES / BARCELONA

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Empieza una nueva temporada y los ‘castells’ se preparan para seguir haciendo historia y romper los récords que consiguen casi a diario desde que en noviembre del 2010 la Unesco proclamó Patrimonio Inmaterial de la Humanidad esta actividad propia de la cultura popular catalana. Además de convertir en habituales los ‘castells’ de diez pisos, en poco más de cinco años han pasado de tener 56 a 100 ‘colles castelleres’ y de 8.000 a 12.000 ‘castellers’ asegurados. Si la temporada pasada se vio lo nunca visto, en esta esperan superarlo.

Los principales protagonistas del mundo de las torres humanas destacan que el reconocimiento de la Unesco está teniendo un peso importante en el crecimiento actual de los ‘castells’, pero no es el único factor. “El salto actual no es producto de cinco años, sino de una tendencia que se inició en la década de 1970”, explica Miquel Botella, expresidente de la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya (CCCC), la entidad que agrupa a todas las entidades. “Los ‘castells’ tienen un potencial extraordinario y todavía no han tocado techo”, asegura Botella, que estuvo en la sesión de la Unesco en Nairobi que reconoció los ‘castells’.

ENTIDADES EN FORMACIÓN

La realidad, sin embargo, es que en 1970 solo había seis ‘colles’ (Vella Xiquets de Valls, Joves Xiquets de Valls, Castellers de Vilafranca, Nens del Vendrell, Castellers de Barcelona y Xiquets de Tarragona) y que en noviembre del 2010, tras el brote que se produjo en los 70, los 80 y los 90, eran 56. La CCCC ha informado de que este mes han llegado al centenar de ‘colles’, de las que 88 son de pleno derecho (diez de ellas universitarias) y 12 están en periodo de formación.

“Es cierto que ahora los ‘castells’ son más conocidos, que están más protegidos e incluso son cada vez más importantes desde el punto de vista turístico”, admite el presidente de la CCCC, Jordi Grau. “Pero más que por el hecho de llegar a tener 100 ‘colles’, estoy contento porque cada vez son más las que hacen las cosas bien hechas”, añade, y destaca: “No todo vale”. Se refiere a la necesidad de ser estricto en el seguimiento de las normas, tanto de seguridad como de buenas prácticas, para preservar los valores que han encumbrado los ‘castells’.

PRESTIGIO Y VISIBILIDAD

Los logros conseguidos en los últimos años en las plazas engalanadas de fiesta mayor y en el concurso que se celebra cada dos años en Tarragona son otra muestra de la nueva edad de oro que están viviendo los ‘castells’. “El reconocimiento de la Unesco ha supuesto prestigio y visibilidad, pero creo que también ha tenido un efecto cohesionador en un mundo donde la rivalidad es evidente, porque el reconocimiento es para todos”, explica Guillermo Soler, gerente de la CCCC, que está viviendo todo el proceso en primera línea.

La temporada del 2015 se cerró con más de 10.000 ‘castells’ y, entre ellos, 107 de los llamados de gama extra, con los Castellers de Vilafranca, los Minyons de Terrassa y la Colla Vella Xiquets de Valls como triunfadores. Los castillos de diez pisos coparon buena parte del protagonismo ya que se descargaron cinco ‘tres de deu amb folre i manilles’, cuando hasta agosto del 2013, fecha en que lo descargaron por primera vez los Castellers de Vilafranca, solo se había completado en dos ocasiones.

GIGANTES DE DIEZ PISOS

El gigante de diez pisos, que en toda la historia de los 'castells' se ha descargado en diez ocasiones y cargado en 21, sigue siendo la torre de los Minyons, que la han completado siete veces frente a las tres de los ‘Verds’. Los de Terrassa también abrieron el pasado noviembre otra página histórica al descargar por primera vez en la historia el ‘quatre de deu amb folre i manilles’, una construcción que ni siquiera se había llegado a coronar hasta entonces. A pesar de las alturas, de la dificultad y el vértigo por el supuesto peligro, el número de caídas tampoco han sido mayores que otros años, tal como confirman las estadísticas de la CCCC. “En los últimos años han ido bajando y ahora se han estabilizado en torno al 3% a pesar de que cada día hay más ‘colles’ y se hacen muchos más ‘castells’”, explica Grau.

El reconocimiento de la Unesco, según el presidente de la coordinadora, también está sirviendo para restar dramatismo a las caídas. Asegura grau que forman parte de la idiosincrasia de una actividad que, según demuestran sus estudios, tampoco es más peligrosa que cualquier otra. “Creo que si los ‘castells’ no cayesen, la gente no iría a verlos. De lo que se trata es de que los ‘castellers’ no se hagan daño”, defiende Grau.

NORMALIZAR LA ACTIVIDAD

Un veterano como Botella, cofundador de los Castellers de Sants, no duda en afirmar que los ‘castells’, con una historia de más de 200 años, tienen un importante “componente de espectacularidad y potencia”;  y que sus protagonistas han sido capaces de adaptarse a los tiempos modernos con medidas de seguridad como el casco, las redes y los suelos esponjosos en los ensayos. “Creo que el reconocimiento de la Unesco está sirviendo para normalizar el mundo de los 'castells' y que no nos vean como a un grupo de salvajes”, apunta Toni Bach, ‘cap de colla’ de los Castellers de Vilafranca.