INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La máquina aplasta al hombre en el torneo de go

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EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La máquina no se ha contentado con ganar: ha barrido, ha ganado por goleada. El desenlace de la partida de go que iniciaron el pasado martes el programa informático AlphaGo de Google y el mejor jugador del mundo del milenario juego de tablero –3-0 a favor de la máquina– supone una nueva conquista –preocupante para algunos– de la inteligencia artificial, una derrota humana tan simbólica como la que sufrió en su día Gary Kasparov contra el ordenador Deep Blue (al ajedrez) y el surgimiento de una nueva era, al menos en cuanto inquietudes: algunos ya empiezan a mirarlas con recelo y a decir que hay que controlar a las máquinas.

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“Los métodos de las inteligencias artificiales progresan mucho más rápido de lo previsto, lo que convierte la pregunta sobre los objetivos a largo plazo en algo urgente –declaró Stuart Russel, experto en inteligencia artificial de la Universidad de Berkeley–. Habrá que desarrollar una disciplina de investigación totalmente nueva para asegurarse de que los sistemas de inteligencia artificial, cada vez más poderosos, permanezcan bajo control humano”. En la misma línea, Anders Sandberg, de la Universidad de Oxford, dijo que “hace falta mucha investigación” para que el ser humano pueda tener plena confianza en la inteligencia artificial, y agregó: “No es el comienzo del fin de la humanidad, con la condición de que decidamos que queremos una inteligencia artificial segura y beneficiosa, y no simplemente eficaz. Por fortuna, Google DeepMind (la división de inteligencia artificial de Google) comparte esta visión”.

IMPOTENCIA DEL DERROTADO

El rostro compungido y las declaraciones abatidas del campeón mundial de go, Lee Se-Dol, el hombre que llevaba a cuestas el pesado fardo de representar a la humanidad, ya daban una idea del alcance del acontecimiento. “No sé qué decir, pero creo que lo primero que debo hacer es pedir disculpas. Me disculpo por no haber estado a la altura de las expectativas de mucha gente. En cierto modo, me sentí impotente. Es cierto que tengo una experiencia considerable jugando al go, pero jamás había estado sometido a semejante presión, y fui incapaz de superarla”. El jugador admitió haber infravalorado la capacidad del programa informático. Se jugaba al mejor de cinco juegos y el campeón surcoreano no ganó ni uno. Intentará salvar el honor en las dos últimas e intrascendentes partidas, a disputarse el domingo y el martes en Seúl.

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El go se juega sobre un tablero de 19x19 casillas en cuyas intersecciones los jugadores van colocando piezas con el objetivo de acorralar al rival y ganar espacio. Aparentemente es sencillo, pero estratégicamente no lo es en absoluto. Debido a la enorme variedad de posibilidades que existen desde el primer movimiento (en un juego puede haber más variantes que átomos en el universo), las computadoras que juegan al go no tienen suficiente capacidad de cálculo para prever una sucesión larga de jugadas; así que, como en el ajedrez, los programadores tienen que incorporar al 'software' conceptos como espacio, disposición armónica de las piezas y agrupación, además de una base teórica con partidas jugadas con anterioridad y una capacidad para aprender de los errores. En líneas generales, conceptos de inteligencia artificial.

Google se ha llevado un millón de dólares por la victoria, que donará a Unicef.