Catalunya fue en 2015 la peor comunidad en el aumento de personas atendidas

Una persona en silla de ruedas, acompañada de una cuidadora, en Barcelona

Una persona en silla de ruedas, acompañada de una cuidadora, en Barcelona / periodico

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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La situación de la atención a la dependencia en Catalunya es terrible. A la asfixia financiera causada por el Gobierno, que puede haber provocado un impacto negativo de unos 400 millones de euros, se une el desinterés que parece mostrar en los últimos años la Administración autonómica”. Así de crítico se muestra el presidente de Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez, con la gestión del Gobierno catalán. Y las cifras le avalan. El año pasado Catalunya fue la autonomía en la que menos creció porcentualmente el número de dependientes atendidos.

La cifra pasó de 125.821 a 126.450, un aumento insignificante del 0,5%, que contrasta con otras comunidades donde el relevo en los ejecutivos, con la entrada de los denominados gobiernos del cambio, ha dado un nuevo impulso a la dependencia. En la Comunidad de Valencia, por ejemplo, el aumento fue del 24%.  

DEPENDIENTES MODERADOS

La entrada en el sistema, desde el pasado mes de julio, de los dependientes moderados, que conllevan un gasto menor, ha hecho que incluso en autonomías como Castilla y León (18%) o Madrid (12%), donde el PP ha seguido gobernando, se hayan incrementado las cifras.

Nada de eso ha ocurrido en Catalunya. ¿Por qué? De hecho, el Ejecutivo catalán permaneció prácticamente paralizado durante todo el segundo semestre, desde que en verano se convocaron las elecciones hasta que en enero se invistió al nuevo 'president'. Las perspectivas de futuro no parecen tampoco muy halagüeñas si finalmente no logra cerrarse con la CUP un pacto para aprobar los presupuestos.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Cr\u00edticas al pacto de S\u00e1nchez\u00a0","text":"El apartado de la dependencia del acuerdo del PSOE con Ciudadanos no ha gustado al sector. La asociaci\u00f3n de directores de servicios sociales ha\u00a0calificado los acuerdos de\u00a0\u201cdemasiado gen\u00e9ricos e inconcretos\u201d. \u201cYa no valen solo las palabras, decir \u2018recuperaremos el esp\u00edritu de la ley de dependencia\u2019, est\u00e1 muy bien, pero hace falta un compromiso concreto\u201d, ha advertido su presidente,\u00a0\u00a0Jos\u00e9 Manuel Ram\u00edrez, para qui\u00e9n un acuerdo cre\u00edble ser\u00eda pactar la recuperaci\u00f3n de los 2.800 millones de euros que se ha llevado por delante el hachazo de Rajoy."}}

En años anteriores, las cosas no se hicieron mejor, aunque la tónica fuera la misma que en las autonomías gobernadas por el PP: congelación del número de dependientes atendidos. La cifra de personas con prestaciones en la actualidad es prácticamente idéntica a la que se registraba en abril del 2012.

LA PEOR NOTA DE LA SERIE

Con este panorama, la nota global que recibe Catalunya en el informe correspondiente al 2015 es la peor de toda la serie. En cada dictamen, el Observatorio evalúa las comunidades autónomas con una escala de cero a diez que cruza variables como el gasto público, la lista de espera o equilibrio entre prestaciones y servicios. La media nacional es 4,01 puntos, un suspenso, y Catalunya obtiene esta vez un raquítico 3,6%, por debajo de la media y solo por delante de Murcia, Asturias, Cantabria, Navarra, Aragón y Valencia. Esta autonomía tardará muchos años en recuperarse de "la situación devastadora en la que le ha dejado el desconocimiento y el desinterés" de sus ejecutivos", según Ramírez.

Uno de los aspectos que Catalunya debería corregir, según Ramirez, es el desequilibrio hacia las prestaciones familiares frente a las profesionales. “Estas prestaciones son menor calidad, generan menos retorno, son 'low cost', en definitiva, y en Catalunya están sobredimensionadas”, advierte el presidente de los directores.