Pederastia en los Maristas: el precedente del colegio de Badalona

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EL PERIÓDICO / BARCELONA

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El de los Maristas de Sants-Les Corts no es el primer escándalo de pederastia que estalla en los últimos años en la red de escuelas que esta orden religiosa tiene en Catalunya. En el 2011 seis exalumnos destaparon los abusos sexuales a que los había sometido 30 años atrás el religioso Lucio Zudaire. Dos de ellos denunciaron haber sido agredidos en el colegio marista Champagnat, en Badalona; otros dos, en La Immaculada de Barcelona (el centro marista de la calle València/paseo Sant Joan), y los dos restantes en el albergue de Planoles donde los colegios de la orden religiosa llevaban de colonias a sus escolares.

El marista denunciado, que reconoció sus delitos en un encuentro con una de sus víctimas, al que esta había acudido equipada con una cámara oculta de la cadena Cuatro, fue apartado del albergue juvenil de Planoles, donde estaba destinado cuando sus denunciantes destaparon el escándalo. En la grabación del encuentro, el hermano Zudaire pretextó que los abusos sexuales que había cometido contra varios escolares eran de menor cuantía y gravedad que los que le atribuían. En la grabación, que fue televisada, Zudaire también alegó que todo aquello formaba parte de un pasado muy lejano.

SIN RESPONSABILIDAD

Los maristas, a través de su representación jurídica, rechazaron entonces, como ahora en el escándalo de Les Corts, cualquier tipo de responsabilidad, alegando que hasta hacía muy poco tiempo ignoraban los abusos perpetrados por Zudaire. Aquellos delitos ya habían prescrito ampliamente cuando fueron denunciados, por lo que no hubo proceso judicial. Precisamente aquel mismo año (2011), la dirección del colegio de Sants-Les Corts denegó información a los Mossos que investigaban los abusos sexuales cometidos por Joaquim Benítez contra un alumno. Este caso, que no había prescrito, no prosperó porque la familia afectada renunció a formalizar la denuncia al considerar que un juicio agravaría el trauma del niño. 

Màrius Fusté y Miquel Loro, dos de los denunciantes del hermano Zudaire, organizaron en abril del 2011 una concentración frente al colegio de Badalona para exigir explicaciones a la orden religiosa. En mayo, los Maristas anunciaron el nombramiento de un delegado provincial de la orden para la protección de la infancia, cuyo cometido sería velar para evitar agresiones a menores. Este cargo lo ostenta actualmente Gabriel Villa-Real, y el responsable de la misma misión en Catalunya es Raimon Novell, precisamente el actual director de Sants-Les Corts.  Ninguno de ambos han asumido ninguna responsabilidad institucional o corporativa en este último escándalo.