"Es imposible que el colegio no supiera nada"

Una víctima del profesor de gimnasia de los Maristas cuenta a los 45 años los abusos sufridos cuando tenía 14

victima pederasta

victima pederasta / periodico

GUILLEM SÀNCHEZ

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Diez de la mañana. Suena el teléfono en la redacción de EL PERIÓDICO. El comunicante dice ser otra víctima del profesor de gimnasia Joaquín Benítez en los Maristas de Sants-Les Corts. Las informaciones publicadas por este diario le han impelido a contar su historia. Los detalles coinciden con los relatos de los otros agredidos. Asegura que contactará con los Mossos. 

¿Sufrió abusos sexuales? Sí.

¿Cuándo? Tenía 14 años, ahora tengo 45. Pasó hace más de 30 años, imagino que sería en 1985.

¿Qué le hizo? Lo que voy a contarle no lo sabe nadie. Ni mi mujer. Hasta que leí la noticia de ayer [por el jueves] todo había quedado guardado en una cajita dentro de mi cabeza. Ahora ha vuelto.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":null,"position":null,"text":"Quer\u00eda saber de qu\u00e9 color era mi semen. Me cont\u00f3 que el color pod\u00eda estar relacionado con algunas enfermedades. Acab\u00f3 masturb\u00e1ndome"}}Empiece por el principio. Solo se propasó conmigo en una ocasión. Fue una tarde cuando me quedé a clase de natación, una actividad extraescolar. Me convenció de que le siguiera hasta su despacho porque decía que yo tenía un problema en la espalda.

¿Qué ocurrió una vez en ese despacho? Me tumbó y comenzó a masajearme la espalda y las piernas. Comenzó a soltarme un rollo sobre los problemas de espalda y, poco a poco, fue llevando la conversación al terreno que le interesaba, haciéndome preguntas extrañas.

¿Qué le preguntaba? Quería saber si me masturbaba y de qué color era mi semen. Me contó que el color del semen podía estar relacionado con algunas enfermedades. También con los supuestos problemas de espalda que decía que tenía. Terminó masturbándome.

¿Qué sintió cuando le dejó marchar? No entendía nada. Me sentía confuso y algo desorientado. Pero no dije nada.

¿Por qué se calló algo así? Por miedo... y por vergüenza.

¿Miedo? Eran otros tiempos, el colegio estaba lleno de curas. ¿A quién le iba a contar lo que ocurría? ¿Al director del centro que me tocaba el culo cuando entraba en clase? Mis hijos están más informados y reciben educación sexual. Pero yo me sentí muy solo y sabía que aquello no estaba bien. Pero nada más. 

{"zeta-legacy-phrase":{"name":null,"position":null,"text":"Me daba verg\u00fcenza explicarlo. Opt\u00e9 por call\u00e1rmelo. Durante 30 a\u00f1os. Quiero darle las gracias al chico que ha tenido m\u00e1s cojones que yo y ha denunciado"}}¿Y a sus padres? Me daba vergüenza explicar aquello. A mis padres y a mis amigos. Opté por callármelo. Durante 30 años. Ahora todo esto se ha reabierto.

¿Le afectó? Cuando tenía 15 años me atasqué en los estudios. Me volví rebelde. Mis padres pensaron que era la edad del pavo. Ahora pienso que quizá todo guardó relación con aquel trauma que no supe digerir. No lo sé.

¿Qué siente? Quiero darle las gracias al chico que ha tenido más cojones que yo y ha roto un silencio de 30 años [en alusión al joven de 22 años que ha denunciado las violaciones que sufrió entre el 2006 y el 2010].

¿Qué le diría? A su padre le diría que se crea todo lo que le cuenta su hijo, y que le apoye mucho. Y al joven, que pienso declarar y ayudar a que se sepa todo.

¿Todo? Conozco al menos un caso más de un amigo de mi clase. He perdido contacto con él, pero le buscaré para que también se implique y cuente su historia. Quiero que los hundan a todos. Quiero que él lo pague, con todas las de la ley. Pero también el centro porqué lo tapó, porque es imposible que no supieran qué estaba ocurriendo allí. Imposible.

Joaquín Benítez ha dicho a este diario que quiere pedirles disculpas a todos los chicos de los que abusó. ¿Tiene su perdón? No. No.