JUICIO POR LA MUERTE DE LA DIRIGENTE DEL PP ISABEL CARRASCO

Raquel Gago: "Desde el crimen no tengo vida"

Raquel Gago declara en la Audiencia provincial de león, el miércoles.

Raquel Gago declara en la Audiencia provincial de león, el miércoles. / periodico

OLGA PEREDA / LEÓN

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Tras la declaración de Triana MartínezTriana Martínez, ha llegado el turno del interrogatorio a su amiga, Raquel Gago, tercera inculpada en la muerte de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco (PP). Según el fiscal y la acusación, que piden 23 años de cárcel para ella, Gago (policial local de León desde 1997) formó parte del plan urdido por Triana y su madre (Montserrat González) para acribillar a balazos a la dirigente conservadora. Por amistad con Triana, Gago escondió en su coche el arma homicida. La entregó 30 horas después del suceso. Sin embargo, ella ha asegurado que no se dio cuenta de que Triana metió el arma en su coche.

También ha insistido en que entregó el revólver a sus compañeros policías cuando, al mover el asiento del coche para meter una bicicleta, lo encontró. Una casualidad que ni el fiscal ni las acusaciones se creen. "Desde que ocurrió todo esto, no tengo vida", dijo con lágrimas la inculpada, que ha permanecido en la cárcel 258 días. En enero del 2015 logró la libertad condicional bajo fianza de 10.000 euros. Tras refugiarse en casa de su hermana, en Oviedo, y su hermano, en Madrid, trata de recuperar esa vida que dice haber perdido visitando a una psicóloga.

RESPUESTAS A TODAS LAS PARTES

Al contrario que Triana y su madre, Gago contestó a todas las partes, incluido el fiscal. La agente no perdió los nervios. Consultó sus propias notas y contestó a todas las preguntas. En alguna ocasión, hasta de manera desafiante. Dejó clara su amistad con Triana, pero, al igual que hizo ella previamente, negó que entre ambas hubiera una relación amorosa. Afirmó tener una pareja desde hace 16 años y dio a entender que se trata de una persona casada.

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Según su versión, Gago sabía que su amiga y su madre odiaban a la presidenta de la Diputación de León, que asfixió el futuro profesional de Triana en la administración y le provocó una fuerte depresión a raíz de un supuesto intento de acoso sexual, que Gago, por cierto, desconocía. La inculpada ha dicho en varias ocasiones que no tenía ni idea de que madre e hija planeaban asesinarla. De hecho, la agente ha desmontado con cierta pericia un informe policial que la acusaba de haber participado en labores de seguimiento a Carrasco con el objetivo de conocer todos sus pasos.

EL TÉ EN CASA DE SU AMIGA

La tarde del asesinato, Gago tomó té en casa de Triana. Después, se la encontró en la calle, momento en el que, según el fiscal y las acusaciones, ambas estaban compinchadas para dejar el revólver en su coche. Según Gago, el encuentro no fue parte de un plan sino fruto de la casualidad. Una vez que madre e hija fueron detenidas, la agente no comentó a sus colegas policías que había estado con ambas hacía pocas horas. "No se lo dije a nadie. Para mí, era algo que formaba parte de mi vida personal, no tenía obligación de contarlo por ser agente de policía", comentó bajo la mirada incrédula del fiscal. "Cuando me dijeron que las dos estaban detenidas, yo no lo me lo podía creer. No era capaz de creérmelo", añadió. 

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El fiscal sospecha que Gago entregó el arma porque sabía que en un momento u otro, Triana y su madre, una vez detenidas, acabarían delatándola. Sin embargo, la acusada aseguró que lo hizo cuando se dio cuenta que el revólver estaba en su coche, algo que ocurrió unas 30 horas después del suceso. "Iba a meter una bicicleta en el coche y tuve que mover los asientos. Ahí fue cuando vi el bolso de Triana. Lo abrí y noté que había algo que brillaba. Fue entonces cuando llamé a un compañero policía".

Una vez han declarado las tres acusadas, el juicio, que se prevé muy largo, continuará mañana en la Audiencia provincial de León con las declaraciones de los testigos.