Detenidos los tres supervivientes del asesinato a tiros de dos georgianos en Terrassa

Agentes de los Mossos frente al domicilio donde se produjo el tiroteo, anoche, en la calle de Nàpols de Terrassa.

Agentes de los Mossos frente al domicilio donde se produjo el tiroteo, anoche, en la calle de Nàpols de Terrassa.

GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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La investigación del doble crimen de Terrassa del doble crimen de Terrassaha dado un vuelco en las últimas horas. Los tres hombres georgianos que se encontraban dentro del domicilio cuando sus paisanos fueron asesinados han sido finalmente detenidos por los Mossos d’Esquadra.  De entrada, parecían víctimas que habían escapado in extremis de un pistolero que irrumpió en su domicilio, a media tarde del lunes, abrió fuego y se desvaneció. Pero, tras las primeras pesquisas, son sospechosos de ser los autores de los disparos

Según parece, tras el crimen, se escaparon por la parte trasera de la casa, a través de una verja entreabierta del patio, que da a un descampado. La mañana de este martes, hasta el mediodía, agentes de la unidad científica todavía estaban peinando la zona, tratando de cerciorarse de que efectivamente cruzaron por allí y comprobando si el difícil acceso del terreno –lleno de zarzales– podría haber provocado las heridas que presentan, todas ellas de poca gravedad. Una cinta policial sigue prohibiendo el paso a la zona. 

Cuando los agentes llegaron al número 6 de la calle Nàpols, tras el aviso que dio uno de sus vecinos, abrieron su puerta y se dieron de bruces con dos cadáveres, con sendos tiros en la cabeza. Lograron identificar ambos cuerpos, los dos de nacionalidad georgiana, uno de 32 años y otro de 46 años. 

Al poco rato, otras unidades policiales, interceptaron a los tres georgianos ahora detenidos, no lejos de allí. Se identificaron como supervivientes del asalto, del que dijeron haber huido para salvar la vida, y fueron trasladados a la comisaría de Granollers, sede del Área de Investigación Criminal (AIC) de la Región Policial Metropolitana Norte, que se hizo cargo de la investigación. 

DISPOSITIVO POLICIAL

Los Mossos y la policía local de Terrassa coordinaron un dispositivo para dar con el sospechoso del doble asesinato. Acordonaron la calle y desplegaron controles de identificación por las calles adyacentes. 

En Granollers, mientras tanto, tomaron declaración a los tres supervivientes, que no convencieron a los interrogadores. Tras registrar el domicilio del crimen y sus alrededores, tomar declaración a los vecinos, identificar a las víctimas y no detectar ni rastro del posible asesino por las inmediaciones, se puso la lupa sobre estos tres. 

De madrugada, cambió su condición, de testigos que habían presenciado un delito de asesinato, pasaron a ser sospechosos de cometerlo o, cuando menos, de estar implicados en su participación. Y se los detuvo. 

Fuentes cercanas al caso detallan ahora que se trabaja con la hipótesis de que uno de ellos “podría ser” el autor de los disparos. Aunque tampoco está descartado que existe un pistolero que se desapareciera tras los asesinatos. 

VECINDARIO PERPLEJO

La inmensa mayoría de los residentes de la calle Nàpols se enteró de la matanza cuando escucharon las sirenas de los coches policiales. Algunos llegaron y se encontraron su calle llena de policías, otros, como ‘Jurado’, que bajó a la calle “en pijama”, salieron afuera cuando escucharon las sirenas. Pero nadie vio a los georgianos huir ni ninguno de ellos oyó el ruido de las detonaciones del arma de fuego.

Este hecho, además de indicar que el asesino podría haber usado un arma con silenciador, también ha sembrado en la calle una sensación de “perplejidad” generalizada. Ni se asustaron cuando ocurrieron los hechos, porque supieron de ellos cuando ya habían finalizado, ni se preocupan ahora porque no entienden qué ha pasado. “No tenemos ningún miedo”, dice un chico muy joven que vive justo delante de las víctimas, “por qué deberíamos tenerlo”, repregunta. 

Los Mossos trataron de tranquilizarlos sin dar demasiadas pistas sobre la investigación en marcha. Pero el escueto mensaje que transmitieron funcionó porque todos parecen haber comprendido que se trató de un ajuste de cuentas entre ellos. Un tema interno entre georgianos que nada tiene que ver con esta calle, tan segura como cualquier otra del barrio de Roc Blanc. 

CANCIONES RUSAS Y VODKA

En la casa del crimen, según los vecinos, vivía una familia con hijos. En el patio trasero, por donde parece que huyeron los tres detenidos, aún se ven juguetes de los pequeños. Pero de esta residencia “entraba y salía gente continuamente”, remarcan. 

A menudo, “hacían fiestas familiares muy animadas”, “con vodka” y canciones que parecían “rusas”, recuerda Rosana. Esta vecina recuerda que esta residencia fue inspeccionada por los Mossos hace poco más de un año, “antes de Navidad”. “Buscaban drogas”, asegura. El registro desató los rumores sobre estos inquilinos, “pero jamás dieron ningún problema”.