Carla Torres Danés: "Emociones y problemas nos hacen a todos igual"

Educación Social y teatro le han dado a esta joven herramientas de cambio social que su alma y su energía suben a escena.

«Emociones y problemas nos hacen a todos igual»_MEDIA_1

«Emociones y problemas nos hacen a todos igual»_MEDIA_1

CARME ESCALES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A Carla Torres (Barcelona, 1984), la danza, la música y el teatro siempre se le dieron muy bien. Pero ella quería ser médico. Y estudió Medicina hasta que, en tercer curso, con ganas ya de aprender a tratar a las personas, vio que no era en ellas donde se enfocaba la enseñanza, sino en los segmentos enfermos de alguien llamado paciente. Tuvo una crisis existencial. Pero, tras un centrifugado de dudas y las suertes del azar, por fin tiene hoy entre manos un proyecto cargado de humanidad. Su nombre: El Niu de Bambú.

-Torre Vélez, 35. Junto al Hospital de Sant Pau, este domingo ¿abre un teatro?

-Se inaugura El Niu de Bambú, que es un espacio escénico, pequeñito, pero que da juego. Tiene 40 localidades y su escenario -5x6 metros- es para montajes minimalistas, sin grandes atrezos. Tiene también una sala para exposiciones, charlas, seminarios, presentaciones de libros o sesiones de teatro fórum. Es un lugar para hacer posible todo lo que parece que no es posible en una Barcelona tan social, donde el tema social se trata a veces como una beneficiencia, con un paternalismo que parece no valorar de verdad el potencial de la diversidad funcional.

-¿Diversidad funcional es la nueva manera de referirse a la discapacidad?

-Sí, porque el término diversidad funcional es totalmente inclusivo, un lenguaje que nos trata a todos por igual. ¿Hay alguien que no tenga dificultad, en mayor o menor grado, con alguna de sus capacidades? Emociones y problemas nos hacen a todos igual. Todos tenemos diversidad funcional, estamos más o menos capacitados para algo.

-¿Qué relación tiene el nuevo espacio teatral, el Niu de Bambú (www.elniudebambu.com

-Igual que la compañía de teatro que nació el pasado año, BamBú Cia de Teatre (www.bambuciadeteatre.org), que residirá en el Niu, contamos con actores, profesores, voluntarios y personal con diversidad funcional. Hay actores invidentes y en silla de ruedas, intérpretes en lenguaje de signos para público con dificultad auditiva y audiodescripción, queremos llevar a escena propuestas de crítica e inclusión social, y de búsqueda de nuevos lenguajes.

-¿Y también de un nuevo público teatral? No estamos habituados a observar más allá de la discapacidad. Solemos quedarnos mirando la silla de ruedas, el bastón...

-Pero la fragilidad que vemos en la discapacidad es solo una primera capa. A mí el libro ResilienciaCrecer desde la adversidad, de Anna Forés (Plataforma) me cambió la mirada sobre la dificultad y los obstáculos de la vida. Ahora enfoco el talento. Me rebela que ciertos patrones sociales y la propia discapacidad los oculte. Quiero que el Niu traspase patrones estéticos, ideológicos, que increpe y oxigene, ayudando a borrar el estigma sobre la diferencia que el mundo cultural también descarta.

-¿Cómo se borra un estigma?

-Demostrando qué hay en el interior de la persona. La programación estable requiere exigencia en la calidad profesional. El nido acoge, pero desde él se echa a volar.

-¿Qué la acercó tanto a la discapacidad?

-Una enfermedad me dejó varios meses en cama. Tuve mucho tiempo para pensar y sentir. Cuando me recuperé, fui guía de dos chicas ciegas en Inglaterra, y este año he acabado Educación Social en la Pere Tarrés. Necesitaba vincularme a lo humano.

-Y al teatro, ¿cómo llegó?

-Fui a inscribirme a un taller de audiovisual, como cámara, y por error me pusieron en uno de doblaje que daba el actor Roger Pera. Me encantó. Hace diez años que doblo series de tele, y películas de vídeo y cine. Hice mis estudios teatrales en Inglaterra y un día propuse a una persona ciega, Natàlia Roig, actuar en Anònim Venecià, de Giuseppe Berto. Porta 4 y Nau Ivanov programaron la obra y tuvimos 20 bolos.