CHANTAJE EN INTERNET

El dibujante que difamaba al editor que no le publicó

Un hombre vivió una pesadilla por el acoso a través de un blog

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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«Le conocí en una convención sobre cómic en Sevilla y se me pegó como una lapa. Se sentía despreciado por la vida y le acogí, le ofrecí colaborar sin cobrar en una revista que hacía para una oenegé y aceptó. Decía que le interesaba darse a conocer y publicar sus primeros trabajos. No tuve problemas con él, pero me llamaba a todas horas. Yo veía que no estaba bien, que era demasiado dependiente de mí, pero no sabía cómo pararlo», explica X.

Un día, prosigue, se le ofreció para colaborar en un proyecto de cómic que estaba preparando. «Me presentó unos originales y se los rechacé. Discutimos, se puso violento y se fue. Pensé que no le vería más, pero ahí empezó todo. Me dijo que iba a destrozar mi vida y casi lo logró».

El dibujante empezó por crear blogs dedicados a X. donde cada día, a lo largo de tres años, colgaba uno o dos artículos diarios difamando su trabajo. «Cuando tecleaba mi nombre en Google, solo salían amenazas y calumnias: que si era un pederasta, que si tenía un pie en la cárcel... En mi mundo, todos me buscan por internet. Empezaron a negarme colaboraciones aunque ya veían que estaba siendo víctima de un perturbado. Pensé en denunciarlo pero me recomendaron que lo dejara pasar, que ya se aburriría. Pero no». Logró información personal de mí y llegó a enviarme la dirección de mis padres. «Me asusté. Un día me vi yendo a su casa para matarlo. Paré, y al final denuncié. Cuando un año después se vio en el tribunal, se vino abajo y borró los blogs, pero no me pidió perdón. Aún sigue, pero no me nombra».