El político amenazado por una amante ocasional

Un alto cargo político catalán conoce por Twitter a una mujer que le propone un determinado negocio que él considera interesante y con el que promete ayudarla. La supuesta relación de negocios deriva pronto en un encuentro sexual sin que lo sepan sus respectivas parejas.

Luego, ella se siente traicionada y comienza a enviarle mensajes por internet acusándole de haber abusado de su confianza, tachándole de violador y amenazándole con «arruinar su reputación» aunque en ningún caso le pide dinero a cambio de su silencio, según fuentes de la investigación.

Empieza la pesadilla y el chantaje. La mujer descubre la página privada de él en Facebook y le amenaza con enviar mensajes a todos sus contactos explicándoles el comportamiento que ha tenido con ella y acusándole de violador. Correos con textos muy largos, según los investigadores, que revelan seguimientos analógicos, e incluso cartas. En casos similares, el extorsionador ha llegado a descubrir el colegio al que van los hijos de la víctima a partir de que había instalado Foursquare y cada mañana hacía check-in en la misma cafetería después de dejarles en la escuela. Y envía un mensaje vejatorio al ampa de la escuela.

El hombre denuncia y afronta las consecuencias en su círculo inmediato, negando los hechos iniciales y tachando a su acosadora de mentirosa. Cuando el caso llega al juzgado, su abogada descubre que la mujer a la que denuncia tiene otros casos abiertos por acusaciones similares a otros hombres, varios de ellos en Catalunya.