El sector cárnico teme que el informe castigue a las ventas

La preocupación se instaló ayer en el sector cárnico después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara cancerígena la carne procesada. El sector reconoció que el informe «es preocupante» y que «con toda seguridad provocará «un descenso en las ventas». Esta tesis la compartió también el sector ganadero de la Associació d'Empresaris Agraris (Asaja) de Lleida, que mostró su inquietud por la difusión del estudio justo «en estas fechas próximas a las fiestas navideñas cuando hay más consumo de este tipo de carne». Tanto los sindicatos agrarios como el sector resaltaron que la carne forma parte de una dieta equilibrada. Los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente revelan que la carne cada vez está más arrinconada en la nevera de los españoles, ya que el consumo retrocedió el año pasado el 4%.

CRISIS ALIMENTARIAS

El sector teme que suceda lo que ha ocurrido en  crisis alimentarias como en el caso de las vacas locas y la gripe aviar, por citar algunos ejemplos, en los que las ventas descendieron hasta el 30%. La alarma desencadenada por la enfermedad de las vacas locas causó una caída del consumo del 50%. El presidente de Asaja de Lleida, Pere Roqué, lamentó que el informe agrave la situación del sector porcino, «que arrastra meses de pérdidas».

La mayoría de asociaciones y gremios cárnicos y los principales fabricantes, que encabeza la empresa El Pozo, no quisieron hacer declaraciones y remitieron a un único comunicado, eso sí, respaldado por las cuatro grandes asociaciones españolas del porcino; Provacuno, Intervic, Asici e Interporc.

El texto «rechaza enérgicamente» la clasificación realizada por la OMS y considera «inapropiado atribuir a un único factor un mayor riesgo de cáncer», ya que, a su juicio, se deben tener en cuenta otros factores como la genética, la dieta y la edad... La industria cárnica europea «aconseja mantener el actual consumo» de 24 gramos diarios, ya que es «considerablemente inferior a lo que podría considerarse como ingesta diaria alta (50 gramos)». A su juicio, «el consumo excesivo de este alimento, como el de cualquier otro, nunca es apropiado».

Unió de Pagesos considera que la declaración de la OMS «no debería alarmar a los consumidores si estos alimentos se ingieren de manera moderada y formando parte de una dieta mediterránea y equilibrada». El sindicato reclama «rigor» en las informaciones relacionadas con la alimentación.

Los consumidores, por su parte, no secundaron ayer la alarma provocada por el informe de la OMS. Un recorrido por los comercios permitió comprobarlo. «Por ahora nadie nos ha expresado su preocupación», explicaba el charcutero de un comercio del Eixample. Lo mismo sucedió en los supermercados consultados, ya que generalmente los embutidos están estuchados y no los sirve ningún vendedor.