"La violencia me obligó a partir"

Cad Ahmed Dialo tiene 15 años y heridas en un brazo, las piernas y los pies. Intentó saltar la verja de Ceuta la semana pasada, pero aún consiguiéndolo fue expulsado de inmediato por las autoridades españolas a territorio marroquí. Sin zapatos y apenas ropa que destrozó cuando se peleaba con la concertina de la valla, tomó el camino de vuelta a su refugio en los bosques marroquís de Ben Younes, a las puertas de Ceuta, donde es difícil conciliar el sueño porque el miedo a las redadas policiales siempre está presente. Su país de procedencia es Guinea, y pertenece a la comunidad étnica peul.

"Los peuls están amenazados por otras comunidades dominantes y muchos nos vemos obligados a partir por agresiones", declara Dialo. "Mira cómo estoy porque quiero vivir como tú", dice mientras levanta el brazo herido. Las punzadas de dolor las sufre sin expresarlas. Las palabras que más repite son: "Quiero llegar a Europa".

Dialo hace algo más de un año que malvive en Marruecos; es decir, solo tenía 13 años y ya caminaba sin compañía por Marruecos. Una vez en Tánger se unió al grupo de sus compatriotas guineanos, con los que traman la salida a España, algo que se antoja realmente difícil. "Hay radares en toda la frontera", explica.

Los peuls son un grupo étnico dominante en el Sahel, aunque en algunos países han sido sometidos a la voluntad de otras comunidades, como los tuaregs y los árabes. "Somos gente pacífica, no llevamos armas. Desde hace muchos años los peuls quieren también el poder y este es motivo de muchos conflictos en mi país", señala Dialo.