'Walking for Water', una peregrinación desde Dinamarca hasta Tanzania en busca de agua potable

'Walking for Water' es como se conoce a la peregrinación que pretende llevar a cabo un joven danés a lo largo del continente europeo y africano. En dos años y medio, Charlie Uldahl Christensen recorrerá un total de 18.000 kilómetros por el interior de 28 países distintos. Su objetivo, recaudar 400.000 dólares para construir un sistema con dos bombas y 19 kilómetros de tuberías necesarios para proporcionar agua potable a los habitantes de Lengasti (Tanzania). Una población que se ve obligada a andar, a diario, 38 kilómetros en busca de un elemento tan básico y esencial para la supervivencia humana como es el agua.

“ESTOY VIVIENDO MI SUEÑO”

El pasado 18 de mayo, Charlie Uldahl Christensen cumplía 27 años. Después de pasar 6 meses realizando una labor humanitaria con la gestión de un orfanato en Tanzania, sintió que había llegado el momento de hacer algo realmente definiera su paso por la vida. A lo largo del tiempo en el que tubo la oportunidad de conocer en profundidad uno de los sitios más remotos del continente africano -donde aún no tienen acceso a agua potable ni electricidad- comprendió, según cuenta, que cualquier persona puede aportar su particular grano de arena en la sociedad.

Y fue así como Charlie decidió emprender un camino a pie desde su ciudad natal Esbjerg (Dinamarca), hasta Tanzania motivado por su personal iniciativa altruista, la cual ayudaría a facilitar el día a día de esas personas con menos recursos. “Me di cuenta de que esta era mi oportunidad de sobrevivir a mis propios sueños e intereses personales. Sentí que realmente eran otro tipo de responsabilidades las que te hacían crecer como persona. Estoy viviendo mi sueño y, honestamente, creo que habré aprendido lecciones mucho más valiosas en el final de este viaje que si me hubiera pasado el mismo tiempo en la Universidad”, afirma.

18.000 KILÓMETROS A PIE

Una aventura que, no solo simbolizará el camino que han de recorrer a diario los habitantes de esa población africana, sino que además, según él, dará sentido a su paso por la tierra porqué está en nuestras manos hacer del mundo un lugar mejor. Y es bajo esa premisa que, cuando empieza a menguar la fuerza física, Charlie asegura sacar de nuevo el impulso que necesita para seguir adelante con su proyecto. “Mis prioridades en la vida han sido diferentes desde entonces y me siento realizado de una manera que nunca había experimentado, porque no tengo la más mínima duda de que lo que estoy haciendo es lo correcto”, explica.

Lleva más de 130 días fuera de casa y el camino no ha sido fácil hasta ahora. Todo y contar con una pequeña red de voluntarios en cada país y conseguir alojamiento gratuito mediante un sistema de 'couchsurfing', la falta de recursos y el peso de su peculiar ‘Mula’ –un carrito donde lleva sus pertenencias básicas para la supervivencia– le han jugado ya alguna mala pasada. En su paso por Santiago de Compostela , cuenta que tropezó con más de un obstáculo para poder atravesar los estrechos caminos de desniveles y rocas, y en Campiegne (Francia), rompió el chasis del carro en tres trocitos y tuvo que pedir que le enviarán la pieza de repuesto desde Dinamarca.

SU PASO POR ESPAÑA

Desde que llegara a España el pasado 2 de septiembre, Charlie no ha dejado de caminar por la orilla del Mar Cantábrico. Una etapa de la que habla con especial afecto, ya que contó con la compañía de su padre en Bilbao y un gran apoyo e interés por parte de los habitantes de estos pueblos.

Su trayecto se ha desviado ahora hacia el Camino de Santiago, desde donde pretende adentrarse en Portugal el mes de noviembre. Si todo sale según lo previsto, será entorno al mes de diciembre cuando Charlie, después de recorrer la costa portuguesa, volverá a poner de nuevo sus pies en España. Concretamente, pasará por Sevilla y Málaga mientras se dirige a Marruecos por el Estrecho de Gibraltar. Podéis colaborar con la causa y seguir cada uno de sus nuevos pasos a través de su blog o Facebook.