CAMBIO CLIMÁTICO

El Delta del Ebro se hunde 0,3 centímetros cada año, según estudio geológico

El Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) lo ha llevado a cabo por satélite

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El Delta del Ebro se hunde 0,3 centímetros cada año, según un estudio por satélite que han llevado a cabo el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC) y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA).

En el marco del proyecto LIFE + EBRO-ADMICLIM, cofinanciado por la Unión Europea, los geólogos han realizado el primer estudio de la tasa media del hundimiento del Delta del Ebro, un proceso llamado subsidencia, así como del perfil temporal de deformación.

Los geólogos han utilizado imágenes de radar obtenidas durante el periodo 1992-2010 por varios satélites y han comprobado que durante las últimas dos décadas la tasa de subsidencia ha sido de aproximadamente 0,3 centímetros anuales, similar a la de otras zonas deltaicas del mundo.

El estudio también pone de manifiesto la existencia de una tasa de deformación ligeramente superior en la parte norte (Riumar) en comparación con la parte central (Deltebre) y sur del Delta del Ebro. Asimismo, ha constatado la presencia de importantes fluctuaciones estacionales de la elevación de llanura deltaica, con alternancia de períodos de hundimiento seguidos de periodos de elevación, que pueden llegar hasta los 2 centímetros.

El proyecto también ha consistido en la instalación de varios reflectores artificiales en puntos estratégicos del Delta del Ebro para obtener una mejor estimación de la distribución espacial de las medidas de hundimiento. Estos reflectores constan de una base de hormigón sobre la que se instala un reflector, que consta de tres planchas de aluminio y que retorna con gran intensidad la señal emitida por los satélites.

Según ha informado el ICGC, los resultados del estudio serán utilizados para elaborar un mapa del Delta del Ebro en el que se indicarán las zonas más vulnerables al hundimiento y a la subida del nivel del mar, unos datos que permitirán luego priorizar las áreas de actuación para paliar este problema.

Los científicos consideran el Delta del Ebro una de las zonas más vulnerables al cambio climático, dado que la suma de la subsidencia y la subida del nivel del mar pueden implicar una pérdida de elevación superior a un metro durante este siglo, con lo que la mitad del Delta quedaría por debajo del nivel del mar.