Gente corriente

Isabel Muntané: "No haremos la revolución social sin los hombres"

Periodista feminista. Lucha para que las mujeres dejen de ser reinas y sirenas en los titulares.

«No haremos la revolución social sin los hombres»_MEDIA_1

«No haremos la revolución social sin los hombres»_MEDIA_1

GEMMA TRAMULLAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Para reivindicar un espacio muy poco valorado académicamente y cumpliendo con la consigna feminista de que lo personal es político, Isabel accede a retratarse en la cocina de su casa para presentar el máster en Gènere i Comunicació de la Universitat Autònoma de Barcelona, que impulsa junto a Joana Gallego. Los estudios, que cuentan con el apoyo del Institut Català de les Dones y el Institut de Ciències Polítiques i Socials, son pioneros en Catalunya y España y reúnen a teóricas del feminismo, periodistas y activistas. Su objetivo es formar periodistas con perspectiva de género que contribuyan a construir una sociedad más justa.

-El periodo de matrícula acaba el viernes. ¿Se ha apuntado algún hombre al máster?

-De momento tenemos un alumno, pero de un profesorado de 31 personas 8 son hombres. Es una manera de implicarlos. Las mujeres somos el motor de la revolución social, pero estoy convencida de que sin los hombres no conseguiremos hacerla.

-La palabra feminista aún suscita recelos.

-Hay quien piensa que vas en contra de los hombres, pero no tiene nada que ver. El feminismo es una revolución social y política. Cuando tienes una perspectiva feminista, todo lo demás también gira. El feminismo es la base desde la que trabajar contra todo tipo de discriminación y para el bien común.

-Empezó escribir en un diario catalán hace 25 años y llegó a ser jefa de Sociedad. ¿Cómo se informaba sobre las mujeres?

-En aquella época se creó el Consell de Dones de Catalunya, se aprobó por ley el Institut Català de les Dones y el primer plan de igualdad, abrió la primera oficina de atención de la mujer…  Junto a esta información institucional también escribía sobre temas que siguen de actualidad, como los asesinatos de mujeres y la discriminación en el trabajo y en el deporte.

-¿Se daba prioridad a esta información?

-A no ser que fueran cosas muy evidentes, como la aprobación de la reforma de la ley del aborto, siempre había una resistencia. Si proponías un reportaje sobre la primera casa de acogida de mujeres maltratadas tenías que oír comentarios como: «¿Ya estás otra vez con tus temas de mujeres?» En EL PERIÓDICO estaba Mercè Conesa, pero la mayoría de medios no lo hacían bien.

-¡Algo habrá cambiado en 30 años!

-La información sobre la violencia machista ha mejorado mucho, pero a veces aún se me ponen los pelos de punta cuando leo sobre el asesinato de una mujer en la página de sucesos. ¡No es un hecho fortuito, es un tema político! Tras el asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer hay toda una estructura social y política machista.

-Para entrar en un medio de comunicación piden conocimientos de redes sociales y de vídeo, no de perspectiva de género.

-Ya, por eso en el máster tenemos asignaturas punteras en nuevas tecnologías, junto a una parte más tradicional sobre cómo hacer información con perspectiva de género. Los medios son una herramienta de transformación social y a veces se transmiten informaciones machistas por ignorancia, por eso es importante la formación.

-Desde las redes sociales se ha llamado a boicotear las tertulias sin mujeres.

-Me parece bien, aunque poner a una mujer porque es políticamente correcto también es sexista. Hay muchas mujeres con voces cualificadas. En el máster hay un taller que da herramientas para defender tu posición como periodista feminista en la calle, en una redacción o en una tertulia.

Las mujeres rechazan más las ofertas para acceder a puestos de poder». Corrija este titular con perspectiva de género.

-Así parece que ellas sean las responsables de la situación. Yo escribiría: «Las instituciones y las empresas no facilitan el acceso de las mujeres a los puestos de poder».