PASO SIGNIFICATIVO EN LA LUCHA CONTRA UN VIRUS MORTÍFERO

El último enfermo de ébola en Sierra Leona sale del hospital

Un superviviente del ébola sostiene a la hija de una amiga que falleció por la enfermedad, en Sierra Leona.

Un superviviente del ébola sostiene a la hija de una amiga que falleció por la enfermedad, en Sierra Leona.

EL PERIÓDICO
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El último paciente que permanecía ingresado en un hospital de Sierra Leona víctima del virus del ébola abandonó ayer el centro sanitario en medio del regocijo del personal hospitalario, por un lado, y la enorme satisfacción de las organizaciones humanitarias y del propio presidente del país, Ernest Bai Koroma, quien declaró, emocionado, que es «el comienzo del fin del ébola» en territorio sierraleonés. Koroma pronunció estas palabras durante la pequeña ceremonia celebrada en el propio hospital para festejar la salida de Adama Sankoh, de 34 años, que el domingo dio negativo en la segunda y determinante prueba. El alta abre un crucial compás de espera de 42 días, el que marca el protocolo sanitario para declarar a un país libre de la enfermedad: dos veces la duración máxima de la incubación.

«Compartimos con toda la población de Sierra Leona un enorme entusiasmo, pues por fin vemos cerca el final de la lucha contra el ébola en el país -declaró José Hulsenbek, coordinador general de Médicos sin Fronteras (MSF) en el país-. En cualquier caso, no debemos olvidar que hasta que pasen 42 días sin que aparezcan nuevos casos, Sierra Leona no podrá ser declarada libre de ébola. Mientras tanto, tenemos que seguir en alerta y estar preparados para detectar la aparición de nuevos brotes, tanto ahora como en el futuro». La más mortífera epidemia de ébola conocida hasta ahora ha contagiado a más de 28.000 personas desde su inicio -en diciembre del 2013, en Guinea-, y ha costado la vida a cerca de 11.300 personas, la mayoría en ese país, en Liberia y en Sierra Leona.

Catorce personas permanecen aún en cuarentena en hospitales sierraleoneses, una cifra en cierto modo anecdótica comparada con las de los peores meses de la epidemia. La paulatina disminución de los contagios, una realidad desde hace varias semanas, ya había llevado al presidente Koroma a eliminar algunas restricciones decretadas para detener el avance de la enfermedad, como la prohibición de la actividad en discotecas y salas de cine y el veto sobre las actividades deportivas colectivas y las concentraciones públicas.

«LA VIGILANCIA DEBE CONTINUAR» / Sankoh, la paciente que recibió el alta, declaró al salir del hospital que a partir de ahora será «la primera mensajera para sensibilizar al pueblo de que la vigilancia debe continuar a pesar de que el ébola se va». Y agregó: «El Gobierno no debe olvidar a los supervivientes, pues la mayoría de ellos se han convertido en personas muy vulnerables desde el punto de vista del bienestar económico».

La vigilancia debe continuar y todos son conscientes de ello. MSF recordó que Liberia fue declarado libre de ébola el 9 de mayo y que a principios de julio aparecieron seis nuevos casos, dos con desenlace mortal. «La experiencia ya nos ha enseñado que el virus no conoce fronteras -declaró Hulsenbek-. La crisis del ébola en África Occidental solo podrá darse por terminada en el momento en que todos los países afectados lleven 42 días sin la aparición de nuevos casos».