PUBLICADA EL 26 / 11 / 2010

Genoveva Masip: "La cárcel es un buen lugar para reflexionar y rehacer la vida"

Entrevista con la fundadora de la Obra Social Santa Lluïsa de Marillac

Genoveva Masip

Genoveva Masip / periodico

ROSA MARI SANZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sor Genoveva Masip (Sabadell, 1923) pertenece a la orden de las Hijas de la Caridad desde 1944. Ha dedicado su vida a los más excluidos, familias de las barracas de Montjuïcenfermos de sida, reclusos de la Modelo... Desde hace tres décadas ayuda sobre todo a personas con politoxicomanías, muchas de las cuales deambulan por la Barceloneta, donde tiene su convento, la Obra de Santa Lluïsa de Marillac. Ha recibido multitud de reconocimientos. Esta tarde le brindan otro, el Premi Josep Parera de la Obra Social de Caixa Penedès. Pero sus mejores gratificaciones son las cerca de 9.000 cartas de reclusos que acumula y siguen dándole vida. Nos recibe leyendo una.

–¿De un preso? 

–Sí, es de El Ratilla. Robaba todo lo que pillaba. Me dice que he sido como una madre para él, que echa de menos que le escriba y que lleva 10 meses limpiando el patio para conseguir un permiso. Quiere verme para demostrarme que ha cambiado. Lo llevo en mi corazón.

–¿Ha dejado de escribir? 

–No. Escribo unas 300 cartas al año.

–Pero sí de visitar las cárceles. Me cuentan los que la conocen que murió un poco cuando dejó de ir. 

–Es lo que más echo de menos, pero ya no me encontraba bien para ir. He perdido muchas fuerzas, por eso estoy cada vez más sensible con todo, y eso me hace acercarme todavía más a los que sufren.

–También me dicen, con cariño, que está 'incapacitada' para ver la otra cara de la persona, que ha llegado a pedir indultos para reclusos por los que nadie hubiera movido un dedo. 

–No me interesa lo que han hecho, nunca sabes lo que pasa en el interior de las personas. Todo el mundo tiene un corazón y se puede recuperar. Se trata de entrar en él, así se encuentra la esperanza. Creo en la persona y en la misericordia. Y Dios lo perdona todo. Confesado o no confesado. Pero no lo interprete como que no es necesaria la confesión...

–Ha visto morir a mucha gente por la droga. ¿La legalizaría? 

–Prohibir o legalizar no es lo importante. La droga mata al amor, es una esclavitud. Hace que desaparezca el ser humano y quede el animal. Lo básico es prevenir desde los colegios y que las personas encuentren el sentido de la vida espiritual.

–¿Y eso se encuentra en la cárcel? 

–Un toxicómano no ha de ir a la cárcel. Necesita educación psicológica. Las medidas alternativas están funcionando muy bien en Catalunya. La cárcel, no obstante, es positiva, y un buen lugar para reflexionar. Si se quiere se puede rehacer la vida en la prisión. Siempre hay una salida.

–Otro reconocimiento a su carrera. 

–Esto de los premios se ha de acabar. Lo único bueno es que el dinero siempre va bien, tenemos muchos gastos, y sin él, las obras no tiran.