campaña #LaLlavedelOrden

Manuel Pimentel, estrella invitada en un anuncio de Ikea

El exministro participa en calidad de experto en solucionar conflictos, ahora incluso en los de pareja

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Ikea ha vuelto a dar la campanada con sus anuncios. En esta ocasión la firma de muebles ha fichado al ministro de Trabajo en el primer Gobierno de Aznar, Manuel Pimentel, en calidad de experto en la mediación de conflictos. Y es que la república independiente pasa a ser un centro del conflictos de pareja, tras la acumulación de objetos y la necesidad imperiosa de buscar mobiliario inteligente para almacenar el producto de años de convivencia.

En el vídeo, una pareja tiene una pelea en la que se reprochan la cantidad de trastos inútiles que acumulan. Suena el timbre y aparece el Manuel Pimentel para solucionar el conflicto que amenaza la estabilidad conyugal. Pimentel es especialista en la mediación de conflictos laborales como el de los controladores aéreos, los pilotos de Iberia y, más recientemente, el ERE de Coca Cola.

Y es que de la estupidez de guardar calcetines sin pareja, ropa interior ahujereada y camisetas del siglo pasado muchas parejas han puesto punto y final al amor. Y en ese toma y daca del absurdo, Ikea aprovecha para tocar un punto débil y ofrecer una solución. #LaLlavedelOrden de Pimentel es la estrategia Ikea para dinamizar la marca en las redes sociales. Eso y potenciar la venta de armarios. La agencia McCan ha realizado el vídeo.

La base del concepto de márketing de Ikea ha evolucionado desde el denominado márketing vital al márketing emocional. El primero entendía que no era posible segmentar a los clientes según su edad sino por su estilo de vida y su evolución. La entonces especialista de la marca Montserrat Maresch explicaba aquello de que las parejas crean hogares a distintas edades y que los muebles, por ejemplo, ya no tenían que ser para toda la vida. Tras ese márketing vital llegó la versión emocional, que pretende empatizar con los clientes y sus problemas cotidianos para ofrecer una respuesta. Tras el 'no puedo vivir sin ti' y el arrullo de un edredón se esconde toda una sofisticada estrategia de revolver los higadillos y consolidar la relación entre fabricantes y consumidores. Todo un reto. 

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