Atraco a la banca virtual

CamEquiscip ismolo bore consequam, susci ero digna augue

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CARMEN JANÉ / BARCELONA

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Bitstamps, la principal casa de cambio europea de bitcoins (la principal moneda virtual del mundo), suspendió ayer sus operaciones después de que un grupo de ladrones informáticos se llevara todo el dinero con el que operaba en su cartera de intercambios, 19.000 bitcoins (cinco millones de euros). El robo virtual, realizado a lo largo de varias horas durante el fin de semana, es el segundo más grande contra este sistema de pagos, tras el que sufrió MT Gox, la principal operadora mundial, el pasado verano, y que concluyó con el cierre definitivo de la entidad. Entonces, más de 270 millones de euros en bitcoins cambiaron de manos en lo que fue un golpe muy severo al valor, del que aún no se ha recuperado y que lo ha dejado en menos de una tercera parte de su valor máximo, los 900 euros alcanzados en diciembre del 2013.

Estos robos tienen características muy singulares. Se hacen sobre una moneda que no tiene representación al uso (monedas o billetes) y que entra dentro del llamado dinero virtual, sin respaldo de una entidad financiera. La gestiona una comunidad de programadores que pretenden situarla como valor seguro aprovechando que el bitcoin no tiene un único registro de transacciones sino que todos los usuarios conocen lo que se hace con la moneda, para evitar duplicidades, aunque no quién hay detrás de cada operación.

CAJEROS PARA SACAR EUROS / El bitcoin apareció en el 2009 y fue la primera criptodivisa, sistema de pago con valor reconocido en la red, que puede cambiarse por divisas nacionales. Un cajero automático en la barcelonesa calle de Bailen, 11, en el local del Fabcafé, así lo demuestra. «El nivel de transacciones todavía es pequeño comparado con un cajero convencional, pero mueve cada día entre 4.000 y 5.000 euros», explica Borja Rosell, fundador de BTC Point, la empresa que gestiona la máquina. De hecho, el cajero dejó de operar tras el robo en Bitstamps porque el cambio que aplicaban dependía de esta empresa eslovena. «Cinco millones en dos días demuestran el gran volumen de dinero que mueve Bitstamps y el mercado de bitcoins», afirma Rosell.

La central de cambios, que ha prometido restituir el dinero robado a sus dueños y volver a operar tan pronto como resuelva su problema de seguridad, afirma que no se ha visto afectado el grueso de su cartera sino solo las operaciones en curso. «Este robo es como si se hubieran llevado el dinero que había en el mostrador, pero no el de la caja fuerte. En el caso de la japonesa MT Gox, se lo llevaron todo. Por eso se recomienda que la gente guarde a buen recaudo las claves de sus bitcoins y no los deje en los monederos virtuales como Bitstamps», señala Rosell. De hecho, toda la comunidad sabe cuáles son los bitcoins robados y que hasta este miércoles no habían sido utilizados. «Seguramente, los mezclaran con otras divisas y los repartirán en pequeñpas cantidades para que no se les detecte», avisa.

Los robos y las incautaciones de moneda que se han producido a propósito de las redadas en la internet oscura (dark web) han hecho que el bitcoin haya perdido atractivo este año como moneda especulativa, ya que ha caído hasta los 270 euros de estas Navidades. Tras el robo de Bitsmaps ha vuelto a caer, pero menos.

El interés por las criptomonedas -bitcoin no es la única- lo mantienen sobre todo los activistas digitales, los emprendedores ávidos de nuevos negocios y los programadores. Muchos de ellos se reúnen en la Barcelona Bitcoin Community, que convocan reuniones periódicas a través de la plataforma Meetup.

DEFENDIDO POR LA COMUNIDAD / «Bitcoin es tan seguro como otros sistemas de pago. Y el hecho de que haya estado tan sujeto a especulaciones financieras lo demuestra», explica el profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Jordi Herrera Joancomartí, uno de los pocos especialistas universitarios en el tema. «El problema sería que alguien lograra el 51% de la red que valida las transacciones y cambiara las reglas actuales, que han sido consensuadas por la comunidad. Este es un riesgo que se planteó hace poco cuando una empresa logró una gran cantidad de servidores dedicada a validar transacciones, pero muchos voluntarios que colaboraban con la empresa se borraron porque no querían que el sistema estuviera en manos de unos pocos», añade.

Algunos teóricos del bitcoin ya se han quejado de las aplicaciones comerciales y piden que tanto esfuerzo colectivo no se acabe usando solo para pagar un café.