Gente corriente

Gabriel Garroum: "El peligro en Raqqa es la socialización"

En un trabajo para la Universidad de Londres, aborda el Estado Islámico en Raqqa. Anoten su nombre.

«El peligro en Raqqa es la socialización»_MEDIA_1

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CATALINA GAYÀ

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-En su tesis aborda que, al mismo tiempo que se ejerce una violencia sin límites, en Raqqa se abre una oficina al consumidor.

-Al principio, el Estado Islámico desarrolla una ola de violencia muy fuerte y radical para movilizar el malestar de la gente. Luego vienen una segunda y una tercera estrategia: primero, la legitimación de su proyecto político y religioso, y luego la creación de instituciones políticas y sociales de legislación y control moral. Lo que argumento es que la violencia en sí es una estrategia de gobernanza a corto plazo.

-Espere, se abren escuelas...

-Piense que hay hasta libros de texto con currículos educativos, copiados en parte de los de Arabia Saudí. Es decir, proveen de servicios públicos a la población, ya sea la reparación de carreteras o la provisión de electricidad, y, como dice, incluso crean la figura del defensor del consumidor…

-En solo ocho meses y en una guerra. ¿Cómo lo explica?

-Por la no intervención, en Raqqa se había creado una burbuja. Ahora la situación ha cambiado. Desde que EEUU ha intentado atacar determinadas posiciones del Estado Islámico, muchos de los oficiales y tropas se están retrayendo del territorio.

-¿Cómo se documenta?

-Con los datos que van publicando algunos usuarios que tuitean desde Raqqa, y que yo consideraba creíbles, y a través de las cuentas oficiales en Twitter del Estado Islámico en Raqqa.

-¿Qué busca en esas cuentas?

-Las estrategias de gobernanza. Fui del primer tuit al último, cuando cierran las cuentas en julio. A través de esas cuentas hacen promoción interna y captación de gente de fuera.

-Es decir, tienen una estrategia de comunicación desarrollada.

-Para ellos es imprescindible. Escriben en árabe, francés, alemán y un inglés brillante, y sus revistas tienen un gran calidad de edición. En el primer número de Dabiq, una revista orientada a la población de fuera, promocionan lo que están haciendo, diciendo que pueden y saben gestionar y mantener la paz… Repito, es propaganda, y en ella lo visibilizan todo: hacen gráficos de dónde están, presentan estadísticas de combatientes, de lugares que controlan. Ya llevan cuatro números.

-Siga, por favor.

-En su discurso legitiman su visión política, su práctica y su reclutamiento. Que hay mucho yihadista fuera es un mito: hay mucho yihadista en el territorio. Los problemas, el dolor… son brechas locales, pero cuando globalizas la idea esta resuena y generas un eco. Yo argumento que el peligro radica no solo en el movimiento militar concreto, sino también en la socialización de la población y en que alguien, en Indonesia, por ejemplo, organice una manifestación multitudinaria a favor del Estado Islámico.

-Dedica su trabajo a su padre y cito: «Por más de la mitad de mi identidad».

-La siria es la mitad de mi identidad porque mi padre es sirio y mi madre es catalana, pero desde que empecé a involucrarme en temas de Oriente Próximo y a estudiarlos en segundo de Ciencias Políticas, siento que hay una vinculación con mis orígenes. No es que afloren, ya estaban, pero me vinculo con ellos.

-¿Y su siguiente paso?

-Me gustaría seguir generando análisis sobre Siria y Oriente Próximo en alguna institución del país; en Catalunya. Soy de la generación a la que le cogió la crisis cuando acababa la carrera. No es que sea rebelde, pero me enfada pensar que solo fuera podemos mostrar nuestro talento. ¿Por qué no aportar el grano de arena del tipo que sea desde Barcelona?