Crisis sanitaria internacional

EEUU extrema las medidas para impedir la propagación del virus

Dos trabajadores limpian sus trajes tras vaciar el apartamento del hombre al que se diagnosticó ébola en Dallas.

Dos trabajadores limpian sus trajes tras vaciar el apartamento del hombre al que se diagnosticó ébola en Dallas.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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La semana pasada se confirmó el primer caso de ébola diagnosticado en EEUU y desde entonces ha imperado solo una consigna: prevenir la expansión del virus. El primer paso que dieron las autoridades consistió en hacer dos listas con los nombres de todos aquellos que pudieron haber tenido contacto con Thomas Duncan, el liberiano que se encuentra ingresado en estado crítico en un hospital de Dallas. En una, anotaron los nombres de todos aquellos que entraron en contacto con él en las dos visitas que hizo al hospital hasta que fue ingresado en aislamiento. En la otra, todos los demás.

Esta lista incluyó inicialmente a cerca de 100 personas. Desde entonces, un equipo de cuatro expertos del Centro de Control de las Enfermedades, un organismo público, se han dedicado a entrevistar casa por casa a cada uno de los potenciales contactos de Duncan, según The Washington Post. Les preguntan sobre las circunstancias del encuentro y se aseguran de que ninguno ha desarrollado los síntomas de la enfermedad. Sus investigaciones han permitido reducir la lista de contactos a medio centenar, 40 de los cuales se consideran de bajo riesgo.

CUARENTENA / Hasta ahora, solo a cuatro se les ha puesto en cuarentena. Se trata de la novia de Duncan, su hijo y dos de sus sobrinos, quienes pasaron muchas horas junto al paciente los ocho días previos a su ingreso hospitalario. Los detalles de cómo han sido tratados han escandalizado a muchos. Y es que las autoridades tardaron varios días en trasladarlos a otra vivienda y desinfectar a fondo la casa donde el liberiano desarrolló los primeros síntomas.

Llovía de algún modo sobre mojado, ya que la primer vez que Duncan acudió al hospital se le devolvió a su casa con unos antibióticos a pesar de haberle dicho a la enfermera que venía de Liberia. Esta serie de fallos han disparado las preocupaciones, y muchos se preguntan si el país está listo para ofrecer una respuesta eficaz. Porque el de Duncan no es el último caso. Ayer llegó a EEUU otra persona con el virus, la quinta. Se trata de Ashoka Mukpo, un cámara freelance de 33 años que trabajaba para la NBC en Liberia, cubriendo precisamente la crisis del ébola. Mukpo ha sido ingresado en un hospital de Nebraska, el mismo centro que atendió el mes pasado a otro estadounidense contagiado con el virus.

CURACIONES / Aquel se llamaba David Sacra y, según varios medios, se recuperó de la enfermedad tras ser atendido con un tratamiento experimental llamado TKM-Ebola, recientemente aprobado por la agencia pública que regula los medicamentos. Otros dos pacientes, los misioneros Kent Bratley y Nancy Writebol, también superaron la enfermedad tras recibir varias dosis del suero ZMapp y fueron dados de alta en agosto.