ANIVERSARIO OLVIDADO

Barcelona pasa de su fundador

Ni siquiera el templo de Augusto recordó ayer los 2.000 años de la muerte del emperador

El antiguo templo 8 Los restos del Temple d'August, ayer.

El antiguo templo 8 Los restos del Temple d'August, ayer.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ni un letrero, nada, absolutamente nada indicaba ayer en el Temple d'August, que se oculta dentro del Centre Excursionista de Catalunya en la calle del Paradís, en pleno barrio Gòtic, la conmemoración de los 2.000 años de la muerte del emperador Augusto, fundador en el año 10 antes de Cristo de Barcino, colonia romana que le dedicó este lugar de culto, hoy un pequeño espacio museístico en el que perviven cuatro columnas de nueve metros de altura y parte del pódium.

Este desaire, denunciado ayer en una carta enviada a este diario por la lectora María del Carmen Donoso, contrasta con los congresos y actos que le dedican a lo largo de este año otras ciudades europeas, entre ellas París, donde el Grand Palais y el Louvre organizaron hasta julio la exposición Moi, Auguste, Empereur de Rome. También Mérida, Córdoba, Badalona y especialmente Roma y Tarragona se han acordado de Augusto.

La capital de Italia recordó ayer la famosa frase que sobre ella dejó escrita en su vejez Augusto: «Encontré una ciudad de ladrillos y os dejo una de mármol». Además de las dos exposiciones que dedica a Augusto, organizó visitas al Ara Pacis, el altar en honor a la diosa Pax que conmemora las victorias de Augusto en Galia e Hispania. En plena restauración, el altar abrió excepcionalmente ayer a la espera de su inauguración en el 2016.

En el subsuelo del Museu d'Història de Barcelona (Muhba) se encuentra el conjunto monumental de la plaza del Rei con sus calles y edificios de la ciudad romana. Esta institución no tiene previsto convocar ni un acto en torno al emperador que da nombre al mes de agosto.

El Institut de Cultura de Barcelona (Icub) y el Servei d'Arqueologia de Barcelona solo participarán en el Segon Congrés Internacional d'Arqueologia i Món Antic, que este año está dedicado a August i les províncies occidentals. Pero no se celebra en la capital catalana sino en Tarragona del 26 al 29 de noviembre.

Un dictador

«Nuestra aportación es el trabajo que realizamos día a día dentro Pla Bàrcino, que tiene como objetivo que la arqueología romana derive en un importante foco de atención para los barceloneses. En Tarragona presentaremos todos los avances de descubrimientos arqueológicos, como el de las termas de la calle Regomir», explicó ayer un portavoz del Servei d'Arqueologia. Aunque la impresión que se respira dentro de esta institución es que todo el presupuesto que el Icub dedica este año a conmemoraciones históricas se destina casi en exclusiva al tricentenario.

Ricard Vinyes Ribas, catedrático de Historia de la Universitat de Barcelona, cuestiona que se tenga que celebrar el aniversario de Augusto.  «Fue un dictador que vulneró las leyes de su país conduciéndolo a una guerra civil. La romanización es muy anterior a Augusto. Con él se consolidó. Somos romanos, claro, pero no necesariamente augustinos».

Magí Seritjol, director de Tarraco Viva, discrepa. Para él, Augusto fue el estratega que asentó las bases del poderoso imperio romano. Por ello, Tarraco Viva dedicó varios actos en mayo a Augusto, que nació el 23 de septiembre (Santa Tecla, patrona de Tarragona) del año 63 antes de Cristo y falleció un 19 de agosto (Sant Magí, el patrón). Barcelona, nada de nada.