Actuaban priincipalmente en la AP-7, la AP-2 y la C-16

Cae una banda que había cometido más de 80 robos en autopistas de Catalunya

Los Mossos han detenido a 10 personas de nacionalidad peruana y española, tres de las cuales son menores

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Los Mossos d'Esquadra han desarticulado la banda de ladrones más activa en las autopistas de Catalunya, donde había perpetrado más de 80 robos, en los que utilizaban coches de gran cilindrada que previamente sustraían para poder huir a toda velocidad tras cometer sus fechorías.

Según ha informado el jefe del Área Central de Investigación de Patrimonio de la División de Investigación Criminal de los Mossos, el inspector Xavier Sánchez, en la operación han sido detenidas 10 personas de nacionalidad peruana y española, tres de las cuales son menores de edad.

Tres de los detenidos, incluido el líder de la banda, han ingresado en prisión por orden del juzgado de instrucción número 18 de Barcelona, mientras que el resto ha quedado en libertad con cargos. La mayoría tienen numerosos antecedentes y dos de ellos acumulan en su historial delictivo más de 130 robos.

Con estas detenciones, según el inspector, la policía catalana da por desmantelada la organización criminal con mayor volumen de robos en las autopistas catalanas.

Agentes de la Unidad Central de Multirreincidentes de la policía catalana detuvieron el pasado día 11 a los diez presuntos integrantes de esta banda de ladrones de autopistas, a los que atribuyen delitos de pertenencia a organización criminal, robos con violencia e intimidación, hurtos, falsificación de documento público, delitos contra la seguridad del tráfico, daños y atentado a los agentes de la autoridad.

Los detenidos, según ha explicado en rueda de prensa el inspector Sánchez, formaban parte de una organización criminal que se dedicaba a sustraer vehículos de gran cilindrada para poder cometer hurtos y robos con violencia en todas las autopistas catalanas, principalmente la AP-7, AP-2 y la C-16.

El 'modus operandi' que utilizaban era casi siempre el mismo: primero circulaban con el vehículo de gran potencia robado por una autopista hasta que localizaban un turismo con matrícula extranjera y se acercaban por detrás y le tiraban una piedra.

Acto seguido se ponían en paralelo y les indicaban que se detuvieran en el arcén para comprobar los daños que pudieran tener.

Al bajar del coche, los delincuentes, que iban escondidos en los asientos traseros salían sin ser vistos y, aprovechando el estado de nerviosismo de los turistas extranjeros, sustraían todos los efectos personales que tenían dentro del coche.