El juez del CIE ordena traducir los derechos de los internos a sus lenguas

Los boletines deberán estar redactados en wolof, bambara o mandinga

Un grupo de internos en el CIE de Zona Franca.

Un grupo de internos en el CIE de Zona Franca. / periodico

J. G. ALBALAT / Barcelona

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El juez de vigilancia del CIE de BarcelonaJoaquín Aguirre, ha dictado un auto por el que obliga al recinto de extranjeros de la Zona Franca a disponer de boletines informativos sobre los derechos de los internos en diferentes lenguas, desde las oficiales de los estados hasta la que sean habladas por un porcentaje notorio de la población de un país y que haya sido utilizado como medio de comunicación por anteriores reclusos del centro.

De esta manera, se deberá traducir esos folletos al wolof (idioma que se habla en Senegal y Gambia), bambara (Malí) o mandinga (países del oeste de África).

El magistrado acuerda también que en el caso de extranjeros no alfabetizados, la información se debe ofrecer de forma verbal, “sin prisas, de manera pausada y comprensible”. Y es que los internos deben saber cuáles son sus derechos. El juez, asimismo, también ha ordenado que se facilite a los extranjeros el día de su llegada al centro la posibilidad de solicitar asilo político, mediante una hoja informativa también traducida a los idiomas más utilizados y en la que se debe preguntar si el interno ha tenido problemas en su país por su raza, religión, origen, ideas políticas o pertenecer a algún grupo social determinadazo o si ha huido de su país por la guerra, entre otras cuestiones.

En su resolución, el juez del CIE destaca que en la primera visita que realizó al centro de la Zona Franca comprobó que a cada interno se le entregaba una hoja en donde se informaba de sus derechos y deberes, existiendo traducción a los principales idiomas (inglés, francés, ruso, urdú…), pero no en todos los necesarios. Sin embargo, el magistrado señala en su auto que el nuevo reglamento regulador del funcionamiento de estos centros señala que "los extranjeros tendrán derecho a ser informados a su ingreso de su situación, haciéndoles entrega de un boletín informativo, redactado en su idioma o en otro que resulte inteligible".

El juez señala que el nuevo reglamento obliga al CIE a que existan boletines informativos traducidos a todas las principales lenguas oficiales de aquellos Estados que hayan tenido en alguna ocasión un súbdito suyo ingresado en el centro, ante la evidente imposibilidad de tener traducciones en las aproximadamente 7.000 lenguas habladas en el mundo. Ni siquiera sería razonable exigir, a priori, una traducción de las más de 20 lenguas oficiales de la India, por ejemplo, o de la China.

La situación se complica en el caso de los Estados subsaharianos, en algunos de los cuales se hablan, según las etnias, lenguas diferentes mutuamente incomprensibles entre sí o bien sus ciudadanos no comprenden una de sus lenguas oficiales, como el inglés o el francés, relata el auto. En estos supuestos, debe tenerse una traducción en los principales idiomas empleados en esa extensa región como, a título de ejemplo, en wofol, bambara y mandinga y otra lengua detectada habitualmente por la policía o los miembros de la Cruz Roja que desempeñan labores de asistencia en el CIE.

Lo mismo sucede en otros estados con variedad lingüística, como la India, respecto el mismo juez ha detectado la necesidad de emplear un intérprete de hindi, gujaratí, bengalí o punjabí, al margen del urdú, que es la lengua oficial de Pakistan, pero que también se habla en la India.