Nuevo episodio de violencia en el suburbano

Los autores de una agresión neonazi en el metro se delatan con un vídeo

TONI SUST
BARCELONA

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Cuando los neonazis se dieron cuenta de que las redes sociales podrían ayudarles a difundir sus actos violentos no repararon en que colgar vídeos puede tener otras consecuencias. Es lo que le ha pasado a Vladislav o Jaime, o como se llame. Un joven que parece estar convencido de la supremacía de los blancos pero que ha demostrado que no cuenta con una inteligencia especialmente  aventajada. Ayer se hizo famoso, al circular un vídeo, colgado por él mismo o por amigos suyos, en el que se ve cómo agredió a un joven de aspecto oriental en el metro de Barcelona, en la L-1. Como prevención, su cara salía pixelada. Insuficiente prevención que no evitará que, con toda probabilidad, tenga que responder pronto por la acción. Los Mossos están investigando lo sucedido. Ayer afirmaban que no sabían cuándo se produjo la agresión ni la identidad  del agresor y de la víctima. Pero varios mensajes aludían al sábado como día de los hechos.

En las imágenes de la agresión, que ayer fue condenada por el ayuntamiento, el joven, rubio y rapado, se encara con otro joven, de origen oriental, sentado en un banco del vagón. El agresor se dirige de forma amenazadora a la víctima. Parece hacerle preguntas, aunque el vídeo no se escucha bien. Al final, el rapado le suelta una ristra de golpes al joven oriental hasta que es separado por varias personas, entre las que se adivina, por su conducta, a algún amigo del agresor. Un chico con camiseta azul cielo acaba echando del vagón a la víctima, que queda sentada en el andén. Justo después de la agresión, alguien  grita: «¡Sacad al rubio!». «¡Bajamos, Jaime, bajamos!»

AMIGOS DEL AGRESOR / En las imágenes se identifica a un amigo del agresor -que grababa o estaba al lado de quien lo hacía-, al que ayer en Twitter pusieron nombre, apellido e incluso fotos con líderes de Ciutadans, Albert Rivera y Jordi Cañas, a quienes se llegaba a pedir responsabilidades por lo sucedido, como si un político no se hiciera una foto con todo el que se lo pide. Las redes sociales aceleraron el caso, hasta el punto de que cualquier usuario podía toparse con una foto del portal del presunto agresor o de uno de sus colegas.

El vídeo, por cierto, lo colgó el propio agresor o alguno de sus amigos, como se ha dicho, pero luego lo retiró. Ya era tarde: alguien lo volvió a subir a las redes sociales. Ayer había cierto lío de identidades. El usuario de Twitter que lo colgó originalmente fue @Payo_Cura, que parecía ser el agresor, pero que afirmó en un mensaje: «El del vídeo no soy yo, yo soy el que graba, el es un camarada ruso. El chino nos estaba insultando y el ruso le hizo callar».

Por cierto, una foto en la que este usuario aparece con un miembro del llamado Proyecto Pilla Pilla remite a otro caso reciente: el de un grupo de extremistas que citaba a gais simulando ser adolescentes de 16 años para luego filmarlos y avergonzarlos, tratándolos como si fueran pederastas cuando no incurrían en ninguna ilegalidad. La policía de la Generalitat ya investigó este caso.

En la cuenta de Twitter de @Payo_Cura se encuentran referencias a un hipotético regreso a la actividad del Proyecto Pilla Pilla. Por otra parte, ayer un tal Vladislav TA, también rapado y rubio, fue señalado como posible autor de la agresión. A media tarde había cerrado su página de Facebook, que los denunciantes de Twitter invitaban a visitar.

«ME GUSTA SER BLANCO»  / En la cuenta de @Payo_Cura abundan mensajes e imágenes en favor del nazismo. Citas de Adolf Hitler y de marcado perfil racista, como una foto, que el joven retuitea de otro usuario, de una encantadora madre rubicunda que sostiene en brazos a un rubicundo bebé. Debajo de ellos, en inglés, la frase: «Ama a tu raza». El usuario añade, también en inglés: «Me gusta ser blanco».