La URV desarrolla un sensor contra el hielo en las alas de los aviones

Un grupo de científicos de la Universitat Rovira i Virgili (URV) ha patentado un nuevo sensor óptico que se podrá incorporar a los aviones para alertar de la acumulación de hielo en las alas y en otros puntos de la aeronave. El artilugio, del que ya existe un prototipo que «está dando buenos resultados», según sus promotores, ofrece mejores condiciones de seguridad que los mecanismos existentes en la actualidad y podría evitar accidentes como el que sufrió en el 2009 un Airbus de Air France que se estrelló en el Atlántico, causando la muerte de 228 personas.

De la tecnología mecánica y la visión directa de los pilotos que se utiliza en la actualidad, el grupo de la URV ha pasado a desarrollar un sensor con tecnología fotónica que advierte de la formación de hielo y dispara de forma automática los mecanismos para eliminarlo. «Podemos hacer sensores del tamaño de la cabeza de un alfiler y que se pueden colocar en las alas», explicó ayer el doctor Francesc Díaz, coordinador del grupo de trabajo de la URV.

El estudio de la URV forma parte del proyecto europeo JEDI-ACE, que se inició en el 2012 y se financia con una dotación de cuatro millones de euros que cubren a partes iguales la UE y el Gobierno de Japón. El grupo de la URV tiene una asignación de 600.000 euros repartidos en los tres años que dura el proyecto, que debe finalizar en el 2015.

Un total de 11 compañías (aeronáuticas, farmacéuticas, de alimentación y eólicas) se han interesado por el sensor y ocho de ellas están dispuestas a participar directamente en la producción.