REPORTAJE TELEVISIVO SOBRE UN GRAN ERROR JUDICIAL

La peligrosa Euroorden

MAURICIO BERNAL / Barcelona

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Siendo como es un caso delirante, la concatenación de decisiones absurdas y una demostración de que la justicia puede ser chapucera, la pesadilla de Óscar Sánchez, el lavacoches de Montgat, no es solo suya: la viven y la han vivido ciudadanos indefensos de toda Europa. Sánchez fue tomado por narcotraficante, pedido en extradición, entregado por España, enjuiciado por Italia y condenado a 14 años de cárcel, todo con la celeridad y firmeza que suele aplicar la justicia a los humildes. Pero no ha sido el único. El hombre de natural sonriente cuya historia salió a la luz en las páginas de este diario se ha convertido nada menos que en un paradigma, uno triste, inherente acaso a la sociedad paranoica en la que vivimos: el de los que son atropellados por una de esas herramientas imperfectas que el mundo posterior al 11-S puso en marcha para luchar con los malos. En EEUU, la Patriot Act. En Europa, la Euroorden.

Por eso, por ser delirante y paradigmática, la historia del lavacoches catalán ha acabado en un documental que será estrenado esta noche en TV-3 y el domingo próximo en TVE. Injusticia Exprés cuenta con detalle la historia de Sánchez, la historia de la investigación de EL PERIÓDICO que lo puso en libertad y la historia detrás de ambas historias: la de la polémica Euroorden. Sánchez vio el documental ayer, en el pequeño auditorio de Mediapro -a la que pertenece la productora, Media 3.14- donde tuvo lugar el pase de prensa. Tranquilo, puede que acostumbrado a los designios de su nueva condición de paradigma, estuvo atento todo el tiempo, lloró hacia el final -viendo las imágenes de su regreso a Montgat- y al encenderse las luces se giró y exclamó: «¡Tarantino!»

El hombre interpelado así era Michele Catanzaro, director del documental junto a Marc Parramon. A Catanzaro el lavacoches lo conoce hace años, pues fue uno de los periodistas que destaparon el caso y lo llevaron a su final feliz. «Marc y yo hemos hecho varios proyectos juntos, y cuando yo estaba investigando el caso él me dijo que ahí había una película, que aquella era la mejor historia que nos encontraríamos nunca. Luego vimos que más allá de la historia humana algo más estaba ocurriendo». Empezaron a filmar mucho antes de hallar financiación, y Parramon, con la cámara, ya estaba presente en los primeros viajes de los periodistas a Italia.

Vuelve Tarantino

Sánchez y su sonrisa, que es sempiterna. «¡Tarantino!», volverá a gritar en los pasillos del edificio. Al fin y al cabo, el camino con Catanzaro ha sido largo. Y agradecido. Sin Catanzaro, sin Antonio Baquero y sin Angela Biesot, los reporteros de este diario que investigaron el caso y hallaron pruebas de su inocencia, puede que aún estuviera encerrado, y él lo sabe y lo va diciendo por ahí, con gratitud. En su rostro no hay huella del mal trago -un abatimiento en los ojos, tal vez- y es difícil creer que este hombre recortado contra el paisaje de la Diagonal haya sufrido en sus carnes la injusticia, y en la cárcel haya sido torturado, y haya pasado casi dos años encerrado. Pero es él, en la tarea de olvidar. «Tú me ves trabajando y dices: 'A este tío no le ha pasado nada', pero yo voy a casa y estoy solo y ahí sí me acuerdo», dice.

El malo de todo esto es un narco uruguayo que se hace con el DNI de Sánchez y en Italia se hace pasar por él. Años después, la justicia italiana pide la extradición del lavacoches mediante una Euroorden. «Que puede ser una herramienta eficaz, pero pasa por encima de los derechos de los ciudadanos y debe ser revisada», dice Catanzaro. Aprobada sin apenas debate tras el 11-S como una herramienta de cooperación judicial en la lucha contra el terrorismo (para facilitar la extradición de delincuentes entre países europeos) la Euroorden adolece de los mismos problemas que otras medidas adoptadas en caliente. «Se puede decir que el mismo clima político dio lugar a la Patriot Act en EEUU y a la Euroorden en Europa», dijo José Antonio Martín, exfiscal y juez emérito del Tribunal Supremo, invitado a la presentación.

En torno a este hilo conductor desfilan por la pantalla el lavacoches, su familia, sus amigos y los tres periodistas; personajes como Fabio Salcina -abogado de Óscar en Italia- y Rebecca Shaeffer, de Fair Trail International, organización contraria a la Euroorden; y políticos como Juan Fernando López Aguilar, presidente de la Comisión de Justicia de la Eurocámara. Que defiende la medida.