«¡No soy una niña! Tengo 28 años»

Hace dos años sorprendió creando con la ayuda de la Fundació Itinerarium una hermosa tipografía con el objetivo de reivindicar el trabajo en equipo sumando capacidades. Anna Vives, finalista de la última edición del Català de l'Any, ha vuelto a dar una lección de superación con el libro Si crees en mí, te sorprenderé (Planeta), una obra escrita por Francesc Miralles a partir de los relatos vitales de esta joven que vive superando montañas con el apoyo, entre otras personas de su entorno familiar y laboral, de un gran sherpa, su hermano mayor, Marc, 

-¿Cómo le ha cambiado la vida desde que es popular?

-Estoy muy feliz pero a veces me cuesta un poco. Me cuesta porque a veces sufro de mí misma [por tener síndrome de Down].

-¿Qué es lo que más rabia le da de tener síndrome de Down?

-Que lo tendré toda la vida.

-¿Qué es lo que le hace reír?

-Me hace reír salir a cenar fuera. Me hace estar contenta.

-¿Cuál es su plato preferido?

-Espagueti y hamburguesa.

-¿Tiene muchos amigos?

-De la fundación.

-¿Sale con ellos?

-Los domingos, a bailar por la tarde.

-Qué música le gusta?

-Boig per tu.

-¿Ha oído ya la versión de Shakira?

-No, pero me gusta mucho Shakira. Mi colonia es de la Shakira.

-Ha conocido a Iniesta, la primera persona popular que confió en usted y puso su nombre con su letra en la camiseta, y a Jorge Lorenzo, que le pidió que le diseñara un casco... ¿A  quién más le gustaría conocer?

-A la Teresa de Ventdelplà [Emma Vilarasau].

-En el libro subraya que es muy importante para usted dar las gracias. ¿A usted se las han dado por lo que hace ayudando a todas las personas que tienen síndrome de Down?

-Unas cuantas gracias me han dado. Yo también las doy. Iniesta y Lorenzo me ayudan.  Son buenas personas.

-¿Le molesta que cuando una persona se dirige a usted le dé un trato especial?

-¡No soy una niña! Tengo 28 años.

-Cuénteme una ilusión, un sueño.

-Me gusta tener una familia. Mi familia.

-¿Y una propia?

-La que tengo.

-Le gustaría de aquí a un tiempo vivir con alguien que le guste?

-No sé. Supongo que sí. No sé.

-¿Le gustaría enamorarse?

-No sé.

-¿Se ha enamorado?

-Antes, cuando era pequeña.

-¿Tiene amigos que son pareja?

-Sí, un chico que se llama Andy con Eva. Vivir sola con alguien no puedo porque he de pensar en mis padres. No quiero dejar a mis padres.

-¿Qué recuerda de la primera vez que fue sola a trabajar en metro?

-Estaba perdida. Luego llegué.

-¿Qué hace cuando se pierde?

-Busco a alguien y llama a mi hermano con mi móvil.

-¿Qué es lo que más le gusta hacer con su hermano mayor?

-Yo lo que quiero es que esté bien  siempre y que no sufra.

-Él dice que cuando está triste usted también le ayuda.

-Si él está triste le doy un vaso de agua con azúcar.

-¿Y si la que está triste es usted?

-Me da una palmada en la mano.

-Ahora va al gimnasio.

-Sí, bailo. Aquella chica le llama azúcar [zumba]. Me gusta bailar y estar más delgada.

-Antes de trabajar en Itinerarium tuvo un primer empleo. En un súper. No le gustó.

-No tengo palabras. Tuve un problema con unos carros. Allí no había equipo.

-¿Ahora lo tiene en Itinerarium?

-Sí, se ha de confiar en las personas.

-Me cuentan que antes de la presentación del libro recibió una llamada que para usted fue muy especial.

-Sí, del president Artur Mas.

-Ya lo conocía de los premios Català de l'Any. De entonces tiene una anécdota que recoge el libro.

-Si. Le vi, fui hacia él y me arrodillé. Y él hizo lo mismo y me dio las gracias delante de las personas.

-¿Esa notoridad le da vergüenza? 

-No. Me gusta, me gusta un poco, sí.

-¿Qué es lo que mejor del libro?

-Hablar de mi familia.

-¿Confía en la gente?

-Sí, me gustan las personas. Pero no quiero que sean pobres. Muchos no tienen comida.

-¿Cómo se podría arreglar?

-Si pueden tener trabajo podrán vivir y comer.

-¿Qué es lo que mejor se le da, además de hacer una letra preciosa?

-Tengo mucha memoria. De personas de la tele, series...

-¿Qué es lo que más le gusta ver?

-La Riera, pero lo hacían a las cuatro y hemos venido para aquí.

-Vaya, lo siento. ¿Le gustan las entrevistas?

-Sí.

-¿No le incomodan las preguntas?

-Me molesta a mí misma [por la dificultad en responder]. No es por ti.

-Gracias.