El mercado de la educación

La UAB persigue más financiación con una FP a precio de élite

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Renovarse o morir. Tras tres años de ininterrumpidos recortes presupuestarios y de pérdida de alumnos (por cuestiones demográficas, según el Gobierno; por el aumento de las tasas y la restricción de las becas, según los afectados), las universidades catalanas encaran el próximo curso 2014-2015 decididas a explorar nuevos caminos. Las difíciles circunstancias les obligan a tener que exprimir la imaginación y a competir entre sí para asegurarse los ingresos.

Posiblemente la propuesta más innovadora es la de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), que ofrecerá ciclos formativos de grado superior, un terreno aún inédito en la universidad española. «Se trata de diversificar la oferta, de intentar atraer a nuevos públicos y de abrirse a nuevas vías de financiación», explicaba recientemente a este diario Joan Melción, gerente de la UAB.

Visto que los cursos masivos y gratuitos online (MOOC), la gran apuesta de las universidades catalanas para este curso, no están dando los frutos esperados, los rectores se han lanzado a nuevas experiencias. «La formación profesional de grado superior no está tan alejada de la universidad. De hecho, son unos estudios que concuerdan muy bien con el espíritu de Bolonia, donde la adquisición de competencias por parte del alumno es un eje central», argumenta Rut Carandell, directora de la nueva escuela de FP de la Autònoma.

PLAZAS LIMITADAS / Los tres cursos formativos que ofrecerá el próximo septiembre la UAB (uno sobre Comercio Internacional de dos años de duración; otro, también de dos cursos, sobre Dirección de Servicios de Restauración, y un tercero, de una sola anualidad, sobre Prevención de Riesgos Profesionales) tendrán plazas limitadas. Y un precio no precisamente económico: 4.750 euros al año, cuando en un instituto público la matrícula es, desde hace ya dos años, de 360 euros. «Es que, como no hay subvención, el alumno va a tener que asumir, salvo si tiene beca, el coste total de su formación», alega Carandell, que es también coordinadora del ciclo de riesgos laborales.

«El propósito de la universidad es ofrecer una formación profesional de prestigio, con elementos distintivos como las prácticas en empresas, que en algunos casos se realizarán desde el primer momento, o con el aprendizaje de idiomas extranjeros», subraya la directora de la escuela de FP de la UAB. Así, por ejemplo, a los alumnos del grado de comercio internacional no solo se les impartirán asignaturas en inglés, sino que también harán clases de francés y chino.

En contrapartida, la universidad explica que «los horarios de los cursos serán compatibles con los horarios laborales, para que los alumnos que trabajan puedan seguir haciéndolo» y destaca la oportunidad que supone, además, «la experiencia vital de un campus universitario, con acceso a los servicios de la universidad y también al campus virtual», indica Carandell.

GRADOS EXPRÉS EN LA UDG / Otra de las apuestas novedosas para el próximo 2014-2015 -y que quizás no tarden en tener imitadores- es la que plantea la Universitat de Girona (UdG), donde la Escola Politècnica Superior permitirá a los estudiantes cursar los nueve grados que imparte en solo tres años en lugar de los cuatro actuales. El debate sobre la duración de los grados en España, que en el 2007 acordó que fueran de cuatro años (algo que en Europa solo ocurre en Chipre, Turquía y Eslovenia), lo puso sobre la mesa hace un año el comité de expertos encargado por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, de proponer líneas de trabajo para la futura reforma universitaria. En el resto de universidades europeas los títulos son tres años de grado (y dos de máster), lo que propicia la especialización, facilita la homologación de títulos y promueve la movilidad de los estudiantes.

La iniciativa de la UdG, pionera en el sistema universitario catalán, será posible porque los alumnos podrán matricularse, voluntariamente y tras haber superado una prueba específica de nivel, de 80 créditos por curso, 20 más que en el grado estándar. De este modo, los estudiantes podrán finalizar los estudios un año antes para incorporarse a un máster universitario o al mundo laboral.