Gente corriente

Vanesa Carrasquilla: «Me llevaba las agujas al tribunal, en el bolso»

Combinó dos pasiones: el periodismo y el 'handmade', y nació un diario, y acaba de editar una guía.

«Me llevaba las agujas al tribunal, en el bolso»_MEDIA_1

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CATALINA GAYÀ

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En abril, fundó The Crafty Days, un diario de actualidad handmade y, en diciembre, puso a la venta una guía -cuidadísima, por cierto- que es un pasaporte a la Barcelona de las cosas hechas a mano. Hablamos del boom de las manualidades y esta mujer me abre la puerta a un universo de artesanos, crafties los llama ella, que recuperan técnicas de bordado, ganchillo... y las actualizan. En Barcelona, hay hasta guerrillas del ganchillo.

-¿Cómo nace The Crafty Days?

-De dos pasiones: las manualidades y mi vocación como periodista. Es una manera de profesionalizar toda la información que hay en torno a las manualidades. Somos un equipo de 12 profesionales y, como decimos, lo hacemos por amor al craft.

-¿Cree que el handmade es una moda?

-No, con la crisis, que tiene implícita una crisis de valores, hay mucha gente que se ha concienciado de su responsabilidad como consumidor y que prefiere adquirir productos artesanos. Son personas que son conscientes de que se puede cambiar el mundo en que vivimos a partir de acciones pequeñas y cotidianas.

-¿Cómo llega al handmade?

-En el 2009. La gente llevaba muchos broches y empecé a hacerlos para mis amigos. Abrí un blog y descubrí que hay todo un mundo de manualidades y que, realmente, hay gente que crea cosas espectaculares... Y, a partir de aquí, me empecé a aficionar: me apunté a un taller de amigurumi [a grandes rasgos, tejer muñecos de ganchillo] y aprendí a utilizar la máquina de coser que me regaló mi madre...

-Se bajó manuales de internet...

-No, acudí a los artistas o crafties, como los llamamos en el mundillo. Son personas que han recuperado las técnicas de nuestras abuelas y las han modernizado.

-En ese momento trabajaba...

-Como periodista, en COM Ràdio. En la sección de sucesos y tribunales. Y me gustaba mucho, aprendí muchísimo.

-Se llevaba las agujas al tribunal.

-Es que las esperas en el tribunal son larguísimas. [Se ríe] Sí, me las llevaba en el bolso, pero no las sacaba muy a menudo.

-¿Y, de verdad, no le viene de familia?

-En mi casa, siempre he visto agujas porque mi madre bordaba vestidos de novia a mano.

-¡A mano! ¿Guarda las fotos?

-No. En esa época, no se hacían fotos.

-Explique, ¿cómo nace la guía Barcelona handmade?

-Fue una locura. En agosto, pensamos cómo podíamos aglutinar la información que publicamos en el diario y vimos que una guía podía funcionar. Barcelona tiene muchos lugares, y cada vez aparecen más, donde los aficionados al handmade pueden aprender, comprar material o pueden juntarse para hacer acciones colectivas. La guía tiene 70 espacios, entre talleres, tiendas, cafeterías, pastelerías...

-Espere, ¿en Barcelona, hay más de 70 establecimientos de handmade?

-No, en la guía incluimos unos 45, pero también mostramos espacios en los que la gente del mundillo queda para hacer actividades al aire libre, incluimos la propuesta de la Galeria de Casa Sagnier, un equipamiento público que promueve la creatividad y el arte textil... La guía es un manual para aquel que quiera iniciarse en este mundo. ¡Ah!, es autoeditada y cada portada es única. Las hemos impreso en L'Anacrònica, una imprenta artesanal.

 

-Todo es DIY (Hazlo tú mismo, por sus sigas en inglés).

-Nunca me había considerado emprendedora, pero cuando empiezas a hacer cosas nacen un montón de ideas.