El 'loco del chándal' sale de prisión

El 'loco del chándal' sale de la cárcel camuflando su rostro.

El 'loco del chándal' sale de la cárcel camuflando su rostro. / periodico

JESÚS G. ALBALAT / Barcelona

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Manuel González González, conocido como el 'loco del chándal', ha salido a las 16.30 de la prisión de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires, como consecuencia de la aplicación de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que anuló la denominada 'doctrina Parot'. Los informes penitenciarios consideran que no está rehabilitado.

González González fue condenado por atacar, entre 1991 y 1993 con flechas y navajas, a 16 mujeres, una de las cuales murió. Fue condenado en 1997 a 169 años de prisión. Las víctimas han advertido de que sale a la calle "una bomba para la sociedad".

La abogada María José Valera, que actuó en nombre de una de las víctimas, ha señalado que el conjunto de mujeres -y sus familias- a las que atacó el 'loco del chándal' afrontan su excarcelación con "espanto" y "horror", porque les preocupa tanto su seguridad personal como la del resto de mujeres. "Sale sin rehabilitar y con un alto riesgo de reincidencia, lo normal es que eso provoque miedo. Está saliendo a la calle una bomba para la sociedad, para ellas (las víctimas) y para todas (las mujeres)", ha advertido la abogada.

Las víctimas han reclamado la difusión de fotografías con su aspecto actual y que de esta manera exista "una forma de conocer su aspecto actual: que no lo tapen cuando salga", ha señalado la abogada.

El 'loco del chándal' agredió, entre noviembre de 1991 y septiembre de 1993, a 16 mujeres, algunas menores de edad, abordándolas por la espalda con flechas o navajas, que les clavaba en los glúteos cuando caminaban por la calle o en las bocas del metro. Consideran que su patología, disfrutar y excitarse con el sufrimiento de las mujeres, no ha sido curada.

Tanto la Audiencia de Barcelona, que fue quien le condenó en primera instancia en 1995, como el Tribunal Supremo, que rebajó en 1997 la condena inicial de 175 años de cárcel a 169, dieron por sentado que Manuel González González actuó con ánimo de matar y para conseguir una satisfacción sexual.

Según la sentencia, el 'loco del chándal', al que se diagnosticó parafilia sádica, fue consciente del grave daño que se puede causar a una persona si se le clavan objetos punzantes en los órganos genitales ya que, por su condición de carnicero, "tenía mayores conocimientos anatómicos y mayor habilidad y fuerza para manejar cuchillos u otros instrumentos cortantes".