JUICIO EN LA AUDIENCIA DE GIRONA

Los forenses dicen que el hombre que decapitó a su hija no sufre ninguna enfermedad mental

Los psiquiatras de la defensa le atribuyen en cambio un trastorno psicótico y niegan que sea una persona "normal"

FERRAN COSCULLUELA / Girona

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La salud mental de Marcelo Ruiz Ospina, el hombre que decapitó a su hija de 18 meses en noviembre del 2011, ha sido el centro de un vivo debate en el tercer día del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Girona.

Los peritos forenses, encabezado por los psiquiatras Álvaro Muro y Laura Gonzalo han afirmado que el perfil psicológico del acusado “está dentro de la normalidad y no presenta ninguna sintomatología depresiva ni psicótica ni ningún diagnóstico de trastorno mental severo”.

No obstante, tanto los psiquiatras como los médicos forenses han admitido que Ruiz Ospina presenta un trastorno de la personalidad no especificado, típicos de una persona que no acepta la responsabilidad de sus acciones y que tampoco presenta remordimientos por ellas.

Consumo de alcohol

Unos rasgos que se vieron agravados por el elevado consumo de alcohol que llevó a cabo el acusado el día del crimen. “No tiene trastornos mentales graves que le priven de su capacidad de maniobra”, han insistido.

De hecho, los psiquiatras que le han atendido en la prisión de Can Brians durante los últimos dos años han explicado que el acusado dejó el modulo psiquiátrico a los pocos meses de ingresar en la cárcel y después pasó a un modulo ordinario sin tomar medicación y experimentado una gran mejoría en su estado de ánimo y en su adaptación al centro.

Por el contrario, los psiquiatras que han comparecido a petición de la defensa, Alfonso Sanz Bernat Noel Tifón, que no han cobrado por su asesoramiento al letrado Jordi Colomer, han sostenido que Ruiz Ospina sufrió un trastorno psicótico breve, con “ideación delirante” (en referencia a las voces que atribuyó al diablo y que, según dice, le obligaron a cometer el crimen en una especie de “sacrificio satánico”).

“No se puede decir que es normal que una persona le corte la cabeza a su hija mientras la otra hija está en el comedor viendo la televisión. Y corresponde a los profesionales de la psiquiatría poder explicar qué les ha pasado realmente, cosa que por ahora no siempre podemos hacer”, ha insistido del doctor Sanz.