La historia

Vapor para la 'Mataró'

El Museu del Ferrocarril busca 31.000 € mediante miocromecenazgo para reparar la única réplica de la primera locomotora que circuló en España

Con mimo 8 Los operadores del taller de la ARMF en Lleida trabajan en la locomotora 'Mataró', el viernes.

Con mimo 8 Los operadores del taller de la ARMF en Lleida trabajan en la locomotora 'Mataró', el viernes.

CRISTINA BUESA
VILANOVA I LA GELTRÚ

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Los tres coches -naranja, amarillo y rojo- que se enganchaban a ella incluso parecen tristes. Están cuidadosamente colocados en su vía, bajo el cobertizo que protege al resto de máquinas y trenes del Museu del Ferrocarril de Catalunya, en Vilanova i la Geltrú, que desemboca en la rotonda, la gran plaza donde se exhibe el resto de joyas ferroviarias. Pero esos tres coches, uno por clase, con sus colores llamativos, se han quedado huérfanos. Están a la espera del éxito de la campaña de micromecenazgo que ha puesto en marcha el museo para que la locomotora de vapor Mataró regrese a casa en plenitud de condiciones, reparada.

La réplica de la primera máquina de vapor que circuló en España, en 1848 entre las ciudades de Barcelona y Mataró, se construyó en 1948, cuando se conmemoraba el centenario del hito ferroviario.

Primer domingo de mes

La réplica se fabricó en los talleres de Sant Andreu de la compañía Maquinista Terrestre y Marítima, en Barcelona. Durante la última década era posible verla funcionando los primeros domingos de mes, para delicia de los nostálgicos del vapor y descubrimiento de los más pequeños de la casa. Era la única pieza del museo que aún estaba operativa. Pero el pasado verano llegó el disgusto.

«La mandamos al taller de Lleida para afrontar una reparación de la caldera, de unos 5.000 euros, que podíamos asumir», relata la directora del centro, Pilar García. Pero en lo que tenía que ser un chequeo, una puesta a punto más o menos ordinaria, se descubrió que la caldera de la locomotora estaba destrozada y que, o bien se afrontaban unos trabajos de mayor calado, o la chimenea no volvería a soltar vapor. El presupuesto: 72.000 euros.

«¡Imagínate! ¡72.000 euros! Si en este museo no los hemos visto juntos en la vida...», lamenta García, una mujer entusiasta, competente y entregada a su trabajo. A ella y su equipo se les ocurrió que una forma de salvar a la Mataró era involucrar a la sociedad a través del moderno sistema de micromecenazgo, concretamente a través de la plataforma catalana Verkami que, cosas del destino, se creó en Mataró.

La Associació per a la Recuperació i Posta en Servei de Material Ferroviari Históric (ARMF), la entidad sin ánimo de lucro de Lleida que se ocupa de la rehabilitación de la histórica pieza, ha dividido en dos fases los trabajos, cuenta Manel Ramos. La primera, con un coste de 41.000 euros, devolverá a su estado original la parte superior de la caldera. Este importe lo desembolsará Renfe, que se ha comprometido con el Museu del Ferrocarril a hacerlo.

Una tercera parte del total

Los 31.000 euros restantes son los que tendrían que conseguirse en los próximos 18 días. Verkami limita a 40 días las campañas y solo si se logra el 100% del propósito gracias a las microaportaciones (a partir de 15 euros), se considera un éxito, se cobran los importes a los mecenas y se les entregan sus regalos y recompensas. Hasta ayer se había logrado una tercera parte, 10.875 euros, aportada por personas sensibles al patrimonio industrial catalán.

García sabe que si se implican las empresas se podría conseguir más fácilmente el importe. Por eso en los últimos días ha redoblado los esfuerzos, desgañitándose para lograr el reto. La operación para salvar a la Mataró permitiría que regresara el vapor a Vilanova y que los tres coches se reengancharan a la historia.